La Compañía

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Willas vivía tranquilmente en la Región de las Aguas Dulces. Un buen día recibió la visita de una duendecilla extraña que le pidió monedas. No queriendo perder dinero pero tampoco queriendo ofender a la muchacha, pintó unas monedas de madera y se las dio. Ella se las comió y al ver el engaño se reveló como Zielony, la señora de su pueblo. Willas suplicó por su vida y ella le pidió ir a una misión con otros escogidos por los dioses. Si la hacían bien, ellos se convertirían en sirvientes de los dioses e inmortales, yendo a vivir a Erundele.

Willas tenía miedo y aceptó. Así se reunió con otros elegidos: la hija de Beresmunda, Algesmunda, por parte de Grask; Morkas, un hegazti elegido por Ráf; Tigresa y Eloísa, fylgjurn con forma de leona y humana escogidos por Rov y Rove; Schönheit, un hada que Misha había elegido y que afirmaba haber sido amante de la mayoría de dioses y diosas; y finalmente el mismísimo Tuefoy por parte de Prog. Este dios les regaló un barco que podía viajar por todas las superficies y les explicó su misión: debían exterminar al caudillo Oper que estaba planeando sacar a su gente al exterior. Willas sintió temor, pero huzo de tripas corazón y subió con sus nuevos compañeros.

Como Willas se dedicaba a la artesanía, vigilaría que todo funcionaba correctamente. Morkas se encargaba de tareas como la cocina y la limpieza gustosamente. Algesmunda vigilaba la salud de sus compañeros con eficacia. Tigresa y Eloísa defendían el barco de los Oper que osaban acercarse. Tuefoy demostró ser un mago habilidoso en casi cualquier tarea. Schönheit era quien más datos sabía sobre los Oper y ese espantoso entorno que eran las tripas del planeta. Funcionaban como un equipo, y fueron queriéndose como una familia gradualmente. Los Oper pronto los conocieron y temieron, y su líder mismo los reclamó en persona.

Ermón era su nombre, y los tuvo enseguida frente a él. Extendió sus brazos de alambre espinoso y demostró que era el líder por que estos eran casi infinitos, se movían con una rapidez endiablada y sus púas eran muy afiladas. Por su poco tamaño, Willas se libró, y junto con Morkas que lo elevó por los aires, pudo apuñalar a Ermón con una aguja fabricada por su amigo animoide creada para ese propósito. Algesmunda pudo curar a Tuefoy, Schönheit y Eloísa, pero nada pudo hacer por Tigresa. Ella fue convertida en estrella por Shuu.

Cuando salieron a la superficie, la mayoría se sentía mal por la pérdida de su amiga, y rechazaron la propuesta de irse a Erundele. Algesmunda regresó a su hogar para ayudar a quien lo necesitara. Eloísa erró por toda Gæb enfrentándose a miles de amenazas sin, que nadie sepa qué fue de ella. Tuefoy se casó con Schönheit y crearon las primeras varitas mágicas. Willas y Morkas sí aceptaron, con la condición de ser ellos quienes forjaran unos huecos en el cielo para que las estrellas estuvieran cómodas y de moverlas según la fecha del año.

La única que no mueven es la de Tigresa. Desde entonces, ese brillante punto en el horizonte ha marcado el norte para exploradores y marineros y gente perdida; es de ese modo que Willas y Morkas homenajean su tiempo en la Compañía.

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