Sobre la mitología dumita

El Juicio Divino

(La sala se va iluminando. En ella podemos ver un trono por cada dios, cada uno de ellos decorados con elementos de su animal totémico. Están dispuestos alrededor de un gran círculo en el suelo. Los primeros personajes en llegar son ROV y ROVE. Parecen pensativos, ella mira al suelo mientras él se mordisquea las uñas)

ROVE (alza la mirada y llama la atención de su marido al retirar su mano): ¿Crees que volveremos a tener una votación tan terrible como aquella vez?

ROV: Me gustaría poder responderte con certeza, pero no puedo. No creo que ellos decidan acusar a todo un conjunto de especies por un simple individuo, a decir verdad.

ROVE (nerviosa): Ya viene alguien, rápido, vayamos a nuestros tronos.

(ROV y ROVE se sientan en los tronos con forma de libo y cabra. Entra MISHA y se sienta en el trono de mariposa. Se arregla la túnica y esboza una sonrisa)

MISHA: Hola, hijos míos, ¿estáis nerviosos?

ROVE: Ciertamente, madre. ¿Vendrá Ráf?

MISHA: Vendrán todos, incluso los Cuatro Primordiales. En fin, la ocasión lo merece.

ROV: Solo esperemos que no volvamos a repetir las más horribles votaciones que jamás hemos siquiera planteado.

MISHA: Yo también lo espero, aunque sospecho que Ráf está deseando que se repitan.

ROV: ¡Ya llegan!

(Entran los demás dioses, salvo IPALA. Van discutiendo entre ellos y toman asiento en sus tronos propios. Cada uno de ellos realiza una acción distinta: GRASK afila su espada, RÁF consulta un libro, ZIELONY se mueve inquieta en su asiento, TERM observa fijamente la puerta de entrada, GÆB se queda quieta y firme, PROG arregla algo metálico, SHUU flota sobre su asiento, POL e INSA se sitúan en extremos contrarios y NEIR parece ansioso por irse)

PROG: Hacía mucho que no nos reuníamos.

SHUU: Nuestras obligaciones nos anteceden.

ZIELONY: También que en las familias hay confianza, donde hay confianza da asco, y nadie quiere pasarla del asco.

RÁF (A modo de advertencia): Zielony, calla.

(La sala queda en silencio. Se escuchan ruidos de cadenas muy pesadas y grandes pasos que se arrastran. Con cada golpe los dioses se estremecen y algunos cuchichean sobre lo que va a venir. Uno que otro traga saliva. La luz de la sala se va atenuando y de repente ilumina a un hombre pequeño y delgado cubierto casi en su totalidad con cadenas. IPALA lo guía al centro del círculo formado por los tronos. Los dioses le miran con asco)

EL HOMBRE: Si me permiten... (Observan cómo se acerca a ZIELONY y le regala un juguete que hace ruidos y gira sobre sí mismo) Es un pequeño regalo para la diosa de las travesuras, el engaño, la música, la danza y el teatro.

ZIELONY: Qué amable por tu parte...

(EL HOMBRE sonríe orgulloso. De repente, el juguete estalla entre las manos de ZIELONY. Ella grita mientras que EL HOMBRE tiene expresión asustada)

ZIELONY: ¡Matadlo! ¡Acabad con esa escoria ahora mismo!

PROG: Eso se decidirá tras un juicio.

ZIELONY: ¿Con que un juicio, hermano? ¿Te gusta hacer preguntas? ¿Acaso le hiciste preguntas a las máquinas a las que te follabas?

SHUU: Basta.

ZIELONY: ¡Vaya, qué oyen mis oídos! ¡Es la supuestamente imparcial muerte! ¿Hiciste también un juicio justo con todos aquellos que te prometieron sexo y por ello los dejaste vivir?