1- Lydia Martin

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Stiles

— Amigo, esto es genial, siempre tengo dinero, siempre puedo cenar sin necesidad de pedirle dinero a mi madre, me encanta todo.

— Si, Scott, ya sé que te gusta mucho tu trabajo— dije rodando los ojos.

— Deberías buscar uno tú también.

— No gracias, estoy bien durmiendo.

— Tu te lo pierdes, sólo me falta un mes de trabajo y ya podré comprarme esa moto que quiero.

— ¿Está dañada la que ya tienes?

— No, pero quiero comprar una mas avanzada.

Y ahí estaba Scott, hablándome de su trabajo y de sus planes de comprar una nueva moto, si que tiene visión este chico.

Después se nos unió Allison, Kira y Malia.

— ¿De que hablan?- preguntó Ally.

— De la nueva moto que me voy a comprar.- replicó Scott.

— No creo que sea buena idea.- aseguró Kira, que también es novia de Scott.

— Para mí suena a una buena idea.- le animó Malia.

En eso sonó el timbre.

— Bien, hora de economía.- decía Allison no muy animada— creo que reprobaré esa materia.

— A mi me toca igual— le aseguró Scott.

— A mi también— agregó Kira.

— Pues vamos— dijo Allison despidiéndose de mi con la mano.

— Nos vemos, hermano, espero que me lleves hoy a casa— dijo Scott alborotando mi pelo.

— Claro.

Si no soy yo, quién llevaría ese trasero de idiota a casa.

Los tres se marcharon, dejándome solo con Malia.

— ¿Qué te toca?— me preguntó Malia.

— Hora libre, ¿Y tú?

— Inglés, nos vemos luego.

Se acercó a mi y me besó la mejilla, luego me dió la espalda y se marchó.

Suspiré cuando la vi entrar a su salón, creo que me gusta.

Me fuí al patio a sentarme bajo un árbol, me hubiese ido a mi casa pero tengo que esperar a Scott, saqué mi celular, puse una canción aleatoria, apoyé mi cabeza al tronco del árbol y cerré los ojos. Después de un rato sentí que alguien se sentó a mi lado, por su risa supe quién es.

— Hola, Liam— dije sin nisiquiera abrir mis ojos.

— ¿Cómo supiste que soy yo?— dijo él, con voz de asombro.

Intuición.

— Soy un mago.

Lo escuché reírse.

— Vaya. Oye quiero preguntarte algo— dijo moviéndose un poco en su lugar.

— ¿Qué pasa?— dije abriendo los ojos y mirando a Liam.

— Pues, verás, tengo una prima, ella lleva unos años viviendo en Beacon Hills, su madre trabaja en una agencia y tiene que viajar por un par de meses. El caso es que necesitan a alguien que vigile a mi prima hasta que su madre vuelva pero no han encontrado a nadie, así que me preguntaba si te interesaría. Te van a pagar claro está— el rubio dijo todo esto bastante rápido.

CIEGA- Stydia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora