CIEGA- Stydia

20- Rubio fresa (Epílogo 1/4)

Lydia

* 5 años después *

Escuché el odioso sonido de la alarma, alargué mi mano hasta mi mesita de noche y golpeé el despertador, como odio los lunes.

Abrí los ojos, la luz era cegadora. Me senté en mi cama, me estrujé los ojos hasta que se acostumbrarán a la luz. Por fin, ya puedo ver.

Aún recuerdo la primera vez que vi, hace cuatro años, después de esa milagrosa operación, lloré de la emoción, la primera persona a la que vi fue a mi mamá y es muy hermosa. Luego el doctor me puso un espejo delante y me vi por primera vez. Mis ojos verdes, mis labios gruesos y mi cabello rubio fresa.

Rubio fresa.... el color que él le había puesto a mi pelo.

Me levanté de mí cama, ahora puedo hacer todo más rápido. Entre al baño y me di una rápida ducha, llegaría tarde a la universidad. Tomé las llaves de mi auto y salí rápido de mi apartamento. Pasé por el jardín que está en frente de mi casa como siempre, me encanta ver esas flores de todos los colores todos los días.

Mientras iba conduciendo, recibí una llamada, no miré el nombre y sólo contesté.

— ¿Hola?

— ¿¡Lydia!?— escuché esa chillona voz del otro lado.

Allison.

— Hola Allison.— una sonrisa apareció instantáneamente en mi rostro.

— ¿Cómo estás? ¿Va todo bien? Me preocupé, tenías dos días sin llamarme.— ella se escuchaba muy apurada.

— Tranquila Allison, todo está bien, estuve muy ocupada en un proyecto de la universidad, eso es todo.

Escuché un grito a lo lejos.

— Oye ya me debo de ir, Isaac no sabe ni duchar a su propio hijo.

Me reí por lo que dijo, ella rió también.

— Está bien, me saludas a Isaac y a el pequeño...

— Ranmiel.— dijo ella al notar que no recordaba el nombre de su hijo, no se a quien se le ocurre ponerle un nombre así a un niño.— te extraño mucho amiga, ya quiero que vuelvas, ¿Aún no sabes cuando volverás?

—Aún no lo sé, falta menos de un año para graduarme, tengo mi apartamento aquí, mi auto, mi vida.— no le daría falsas expectativas a Allison, aún no sabía cuándo volvería a Beacon Hills

— ¡LYDIA! Tienes que volver, te extrañamos todos, por favor vuelve, no te tienes que quedar. Solo ven por un mes o dos, te quiero ver. Además, alguien mas te espera también...

— Allison, cállate ya.— la corte antes de que terminara de hablar.

— Bueno, bueno, ya...

Escuché otro grito mas a lo lejos.

— ¡ISAAC SE SUPONE QUE EL AGUA ESTE CALIENTE NO FRÍA!- ella gritó, me voy a quedar sorda.— adiós, Lydia, te quiero mucho.

— Yo también te quiero amiga.— y le corté.

Di un fuerte respiro. No quiero volver a Beacon Hills.

Y aunque mi vida esté aquí, en londres, mi corazón sigue allá, con él. Después de mi operación que me puse en contacto con Allison le quise hablar, pero Allison me dijo que el estaba muy roto y que no quería hablar conmigo aún, lo entendí, pero después de cinco años sin comunicación, de seguro ya tiene su vida hecha, sin mí en ella, y está bien. Ya lo dejé ir.

Llegué a la universidad, mierda, voy tarde a la primera clase. Entré corriendo por los pasillos, sostuve fuertes mis libros para que no se me caigan. Aún no llega el profesor al salón de clases, bien. Entré rápido y me senté en mi lugar.