CIEGA- Stydia

10- Se nota que te gusta

Stiles

— Ella es genial amigo, nos la pasamos el día completo de ayer juntos, hablamos de nosotros y le hablé de ustedes, ella es tan comprensiva y divertida, la hubieras visto bailar...

— Amigo, ya entendí— dijo Scott cortándome.

— Oye pero déjame terminar de contarte.

— Sí, sí, Lydia es genial, ya sé, la conoceremos hoy me imagino, ¿La invitaste a la playa con nosotros verdad?

— Oh, sí lo hice, ella vendrá, les hablé de todos ustedes.

— Humm ¿Le hablaste de Malia?

¿A qué viene eso?

— ¿Por qué lo preguntas?

— Porque se nota que te gusta— dijo Scott con una gran sonrisa.

— Pero qué dices Scott, a mi no me puede gustar Lydia, es que aunque sea tan linda, tan adorable, tan buena escuchando no me puede gus...

— Yo no hablaba de Lydia, te dije que se nota que te gusta Malia— me cortó de nuevo.

Oh... creo que hablé de más

— Sí... este... sí le hablé de Malia— dije intentando remendar lo que dije.

— ¡No me jodas, te gusta Lydia!— me grito Scott, aveces pienso que tiene un lado femenino muy pronunciado.

— ¿De que hablas? A mi me gusta Malia— dije desviando la mirada al suelo.

— No me cambies el tema, te gusta Lydia, ¿Cómo no me dí cuenta antes? cuando digo el nombre de Lydia tus pupilas de dilatan— dijo Scott riendo.

— Scott aveces pienso que juntarte con Allison te esta haciendo daño.

— Ésto se pondrá bueno hoy, llevaré palomitas a la función.

¿De qué habla ahora?

— ¿Cuál función?

— La que darás tu teniendo a Lydia y Malia en el mismo lugar— y de nuevo la risa de Scott sonando en mi habitación.

— Ya vete, me tengo que ir a casa de Lydia a hacerle el desayuno, son las 07:20 am y se despierta a las 8.

— Suerte, caramelito— dijo Scott antes de salir de mi habitación.

Cogí mis llaves y fui directo al jeep. Conduje como siempre a casa de Lydia, abrí la puerta cuidadosamente para que no se vaya a despertar y entre a la cocina para hacerle el desayuno.

Hoy es domingo, el día de la playa y próximamente el día de mi funeral por que tendré a Lydia y Malia juntas, no se que siento por Lydia pero eso se hace más fuerte conforme pasan los días, y creo que estoy confundido por que también me gusta Malia.

Ay, Stiles, en que lío se ha metido tu corazón ahora.

Terminé de preparar el desayuno y lo puse en una bandeja y fui a la habitación de Lydia. Abrí con cuidado la puerta y la ví con los ojos cerrados.

Me acerqué a ella y le toqué la cabeza, ella abrió los ojos y se sentó.

— ¿Stiles? ¿Eres tú?

— No, soy el abominable hombre de las nieves.

Escuché su risa.

— Vaya, que temprano has venido.

— Te hice el desayuno— dije y pues la bandeja en sus piernas.

— Oh, gracias— ella comenzó a comer.