CIEGA- Stydia

18- Soy consejero, no cupido

Stiles

— ¿Entonces que me aconseja usted para una buena cita?

— No se y no me interesa tu vida amorosa— me dijo con cara de querer que me largue.

— ¿Acaso nunca tuviste novia en tu adolescencia?

— Si, pero yo si era un buen novio y sabía a donde llevarlas.

— No se quien te haría caso a ti, eres un amargado.

— Tengo novia, Stiles, ya lárgate por favor, pones en riesgo mi trabajo creo que me expulsarían de esta escuela por golpear a un alumno.

— Vamos Derek eres el consejero de la escuela, se supone que eso es lo que haces, dar consejos— le dije con cara obvia.

— Soy consejero, no cupido.

— Algo se te debe de ocurrir.

— Bueno me dijiste que no puede ver, ya se a donde no la puedes llevar, al cine.

— Ja, ja, muy gracioso, Derek, vamos ayúdame, me debes esta.

— Yo no te debo nada, sal de aquí.

— Oh, entonces dime, ¿Quien ayudó milagrosamente a Cora para que no repruebe matemáticas buscando las respuestas del examen un día antes para que se las aprendan y no la expulsen de la escuela? No recuerdo que hayas sido tu Derek— mi sonrisa triunfante y su cara de fastidio lo decían todo.

Amo molestar a este hombre.

— Sí te digo a donde la puedes llevar, ¿me dejarás en paz por el resto de tu vida?

— No te prometo tanto tiempo, pero si una semana.

— Bien, llévala a un lugar donde no sea necesario ver sino sentir, algo así.

Derek me dió una magnífica idea.

— Gracias, Derek, te amo— le di un beso rápido en la frente y salí rápido de su oficina.

— ¡NO VUELVAS NUNCA POR AQUÍ, STILES!— me gritó algo molesto.

Así somos siempre, Derek nunca tiene paciencia conmigo.

Fui a mi siguiente clase, matemáticas, yo ya me sabía los temas así que en esa hora me encargaré de planear lo que haría con Lydia mañana, es sábado y su mamá vuelve el lunes, voy a extrañar bastante cocinarle a Lydia e ir a ver a su habitación si está dormida.

Voy con Scott en mi jeep, de nuevo tengo que llevarlo a su casa.

— Amigo mañana me voy a comprar mi moto lo prometo.

— Esta bien, ya bájate que hoy llevaré a Lydia a un lugar y debe de ser temprano.

— ¿La llevarás a un hotel a tener sexo?

— ¿Qué? Claro que no, la llevaré a otro sitio.

— Bueno solo te doy ideas— por estas cosas no le preguntó a Scott.

— Ya, largo.

— Cuándo me compre mi moto dile a Lydia que la llevaré a pasear.

— Ni en tus más salvajes sueños— le dije antes de que se bajara.

Conduje a casa de Lydia, entré como siempre y ella me esperaba en el mismo lugar, cuando sintió que entré tomó su bastón y camino hacía mi y me dió un abrazo.

— ¿Cómo le fue a mi perdedor favorito en la escuela?— dijo soltándome.

— Bien calabacita, ¿A ti como te fue?