<Alice.>
Un mes.
Había pasado un mes desde que llegué al Campamento Mestizo. Nunca había entrenado tanto, ya sea ejercitarme, combates cuerpo a cuerpo, espada, arco y flecha (aunque no lo necesitaba tanto) y sobre todo, estuve con Quirón entrenando mis poderes curativos, y no solo eso, sino también había practicado con las plantas medicinales, Katie Gardner, la líder de la cabaña de Deméter me había ayudado. También había aprendido a colocar bien las vendas, torniquetes, claro, eso gracias a Will. Lo único que no sabía utilizar eran mis dones con la luz, el centauro insistía en que eso tenía que aprenderlo yo sola. ¿Cómo se supone que haría eso?
La semana que viene sería oficialmente jefa de la enfermería del campamento. ¡Quirón lo había decidido sin preguntarme! Ugh, ¿y si lo hacía mal? ¿Y si me equivocaba y por accidente le daba medicina a alguien que no lo necesitaba? Quirón me había hablado sobre eso, no debía de suministrarle medicina a alguien que no lo necesitaba, ya que podría ser fatal.
En este mes, me había hecho amiga de casi todo el mundo, en especial de Leo, Piper, Annabeth y Percy. Sobre todo de Leo, nos contábamos prácticamente todo, a excepción de los temas amorosos, que parecían incomodarle y abruptamente cambiaba de tema, me hacía la boba y se lo dejaba pasar. Por otro lado, Piper se había convertido en una amiga realmente cercana, Percy y Annabeth también, por supuesto, pero la mayoría de las veces estaban juntos así que se me dificultaba hablar con alguno de ellos, de forma individual.
Quería bailar, necesitaba encender el pequeño reproductor de música que había traído y comenzar a bailar. Muchas veces Leo advertía que hacia pequeños movimientos con los pies y brazos y comenzaba a reír. Claro que él había insistido en que quería verme bailar, pero ni en un millón de años permitiría que eso pasara.
Últimamente, no había tenido mucho tiempo, ya que estaba muy estresada con mi entrenamiento, en especial con mis habilidades curativas, que en verdad era algo que me dejaba agotada, ya que tenía que utilizar bastante de mi energía en eso, por lo tanto me entrenaba para cada vez aguantar más.
¡Por supuesto que también Leo me tenía trabajando como una esclava en su taller! Me gustaba pasar tiempo con él, pero al final del día terminaba tan agotada y adolorida que terminaba por auto-curarme antes de ir a dormir, él se había mostrado preocupado diciéndome que era mucho trabajo para una sola persona, pero le aseguré que me encontraba perfectamente.
Me prometí a mí misma que sería realmente buena en esto, y lo voy a cumplir.
Ahora me encontraba sola en el gimnasio, intentando curar la pata de la Señorita O’Leary (la enorme perra del infierno de Percy) ya que se había clavado una enorme rama en el pie. Más tarde tendría que ocuparme de seguir practicando con las plantas medicinales. Me encontraba agotada, a decir verdad, pero en una semana me haría oficialmente cargo de la enfermería, y no tenía tiempo para relajarme.
-Quédate quieta, chica –le dije mientras acariciaba su pata- Te quitaré la eh… “astilla” y luego lo cicatrizaré, ¿de acuerdo? –volví a acariciarla y ella me lamió un lado de la cara, reí y la hice levantar la pata. Vaya, estaba enterrada bastante profundo.
Justo en ese momento, hizo su aparición Leo, trayendo consigo una bandeja de comida.
-Te has perdido la cena, Al –se acercó sonriendo con un aire engreído- ¿Ya te he dicho lo caballero que soy? Bueno, he aquí otra prueba de que soy un regalo traído de los dioses –nos echamos a reír, mientras dejaba la bandeja en un banco que había cerca de mí.
-Muchas gracias, Leo –le dediqué una sonrisa.
-¿Sabes que ya son más de las ocho de la noche, verdad?
ESTÁS LEYENDO
Fix Me {Leo Valdez}
FanfictionTres meses después de que Leo dejara Ogigia, sigue sin tener noticias de Calipso y se encuentra destrozado. Pero, ¿la llegada de una nueva campista podrá devolverlo a la normalidad? Miles de experiencias compartidas, una peligrosa misión y un jurame...