Fix Me {Leo Valdez}

15. ¿Celos?

<Alice>

Repetía el último acontecimiento en mi mente una y otra vez. Mi actitud había sido desagradable. Por todos los dioses, yo no era tan resentida ni histérica, usualmente todo me daba igual. Entonces, ¿qué estaba mal?

Claro.

Olivia era una descarada que se aprovechaba de mi amigo.

Y yo tenía que impedirlo, ¿no?

Bueno, no me malinterpreten, no iba a golpearla con un jamón en la cara o algo por el estilo, sino que iba a hablar con ella para ver que tramaba.

Maldición, estaba hasta las manos de tantas tareas que tenía para hacer, no tenía tiempo para esto. Valdez, me debes una. Aunque claro, él era un chico, y no importaba cuánto me desagradara mi hermana, tenía que admitir que no era nada fea, mil veces más guapa que yo con sus ojos verde pino, su perfecto cabello rubio y corto… ugh.

Luego de pensar todo esto en el bosque, me dirigí rápidamente hacía mi cabaña, para tratar de encontrar a Olivia. Abrí la puerta y me encontré con Evan roncando en el sofá de la salita, su cabello rubio estaba esparcido por toda su cara, y detrás de él, estaba Samantha con una pluma haciéndole cosquillas en la nariz. Sonreí, en cuánto me vio, esbozó una expresión de sorpresa y se acercó a saludarme.

-Hola –me dijo sonriente- ¿Qué tal todo en la enfermería?

-Bastante ocupada, pero todo marcha bien –contesté con su mismo volumen de voz. No nos molestábamos en susurrar, puesto que Evan tenía el sueño pesadísimo, y ni aunque un oso salvaje entrara y devoraría todo a su paso, él se despertaría.

-Genial, ¿has venido por algo en especial?

-Eh… esta es mi casa.

-¿Qué? ¡No, no! No me refería a eso –puso su mano en mi hombro- Lo siento, no quería dar a entender algo así.

-Tranquila, sólo bromeaba –me eché a reír- Pero sí, he venido por algo.

-¿Qué sucede? –retiró su mano, y me observó preocupada.

-¿Has visto a Olivia?

-¿Olivia? Oh por Apolo, sabía que algo así pasaría –resopló- Lo siento, yo intenté hablar con ella.

-¿De qué me estás hablando? ¿Qué sucede?

-Leo Valdez, el chico de Hefesto, -me miro a los ojos- yo le dije que no me parecía normal que le hable tan de repente, e incluso le aclaré que no estaba bien meterse con los novios de sus hermanas, pero me insistió diciendo que ella y el sólo eran ami… –no la dejé terminar.

-¿Novios? –estoy segura de que mis mejillas se tornaron rojas- Leo no es mi novio.

-¿Enserio? Pero todo el campamento dice que están juntos –me miró como si fuese el ser más pequeño y perdido del mundo.

-¿Por qué dicen eso? –me sorprendí- Somos amigos, eso es todo.

-Ah, es que como están siempre juntos, y riendo, y casi siempre colgados del hombro del otro, y…

-Ya entendí, Sam –la corté- Como sea, ¿sabes dónde está? –pregunté rodando los ojos, quería mucho a mi hermana Samantha, pero solía irse por las ramas.

-Me parece que la oí decirle a Kyle algo sobre un combate cuerpo a cuerpo –murmuró.

-Muchas gracias Sam, te debo una –le sonreí y eché a correr, no le di tiempo para contestarme.

Después de lo que creí que fueron veinte minutos, pude encontrarla practicando maniobras de defensa junto con Kyle, los divisé a unos treinta metros, así que lo más probable era que no me hayan visto. Aproveché y me peiné el cabello rápidamente con los dedos, seguramente mi aspecto era desastroso y no necesitaba ver el perfecto cabello de Olivia mientras que yo acababa de correr una maratón en su busca.