Rechazó inminente.

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Mis días eran terribles, pero siempre traté de sobrellevarlo.

A veces salía a pasear con los chicos, los cuales me habían brindado su apoyo incondicional. También había tenido una platica algo... extraña, con Mayuzumi. El cual me habia contado algo que jamás me hubiese esperado.

Algo que cambió todo.

》》Era sábado por la mañana y estaba leyendo un libro. No tenía muchas cosas por hacer, la casa estaba limpia y mi padre estaba trabajando.

Mi teléfono sonó haciendo que dejará el libro a un lado con las hojas separadas para no perder el hilo de la lectura.

Era un mensaje, de Mayuzumi.

¿Podemos vernos hoy? Tengo algo que platicar contigo. Si es así, te estaré esperando en la estación XXXXX frente al reloj a las 12:30.

Su mensaje era corto y consiso. Suspire y contesté con un simple "esta bien"

Miré la hora, tenía una hora aproximadamente para llegar, sólo agarre mi bolso y mis llaves junto con mi teléfono. Salí rumbo a la estación para encontrarme con él.

Cuando llegué él ya estaba ahí, recargado en la pared y leyendo un libro. Todas las chicas que pasaban se le quedaban mirando. Típico de ellos. Siempre llamaban la atención.

-Perdón por llegar tarde- avisé cuando estuve frente a él.

-No te preocupes, llegué hace poco- me sonrió un poco.

-¿Qué era eso que tenías que hablar conmigo?-

-Muy directa como siempre- su sonrisa era torsida.

-Lo siento, es sólo que me sorprendió un poco tu mensaje, pensé que la Universidad era dificil-

-Sólo un poco, pero me las puedo arreglar- sonrió seguro de si mismo.

-¿Cómo te está llendó? Espero que bien, ¿entraste al club de Básquet? - No podía evitar preguntar cosas.

-Ah, no, ya antes le habia comentado a Akashi sobre mi retiro del Básquet, es algo que decidí en el último partido-

El sólo pronunciar el nombre de él me causó escalofríos, no me había dicho nada.

-Ya veo- baje la mirada.

-Aún no... regresa- no era una pregunta.

Negué lentamente, aún no regresaba y tampoco había recibido llamada alguna. Se había tomado muy enserio lo de no regresar en vacaciones para poder sobrellevar la cituacion.

Suspire sintiendo como el ardor llegaba de nuevo a mi garganta, señal de que las lágrimas querían salir.

-Ven- Mayuzumi tomó mi mano y me arrastró hacia un parque, el cual estaba muy concurrido por personas.

Parejas, familias, personas paseando perros. De todo un poco había aquí. Me sentó en una un de las bancas, lo mire contrariada.

-¿Que pasa? Si querías que nos sentaramos en algún lugar pudiste decirme, me sorprendiste- sonreí fingiendo alegría.

Cosa que yo en realidad no sentía por completo. Tenía meses que no sentía lo que es sonreír de verdad, sólo algunas veces hacia muecas hacia mi padre, él tenía demaciada paciencia hacia mí.

Observé como sus labios eran apretados formando una línea recta, parecía debatirse con algo, guardó silencio por varios minutos.

Esperé paciente hasta que él decidió hablar.

-Veras, sere directo, te cité aquí porque quería hablar contigo, quiero contarte la verdad sobre Akashi y sobre mi-

Mi cuerpo se tenso súbitamente.

Mi emperador. (Akashi Seijuro ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora