La novia del emperador.

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Aún no podía procesar todo lo que había pasado, el me miraba directo a los ojos, yo por otra parte sentía que me desmayaria.

- Sabes cuanto tiempo eh sentido lo mismo que tú? La persona especial de la cual te había hablado eras tú-

Me abrazo firmemente, su cabeza tocaba la mía, su aroma me llenó por completo.

Levante la cabeza quedando a centímetros de su rostro.

- Eso quiere decir que tu... De mi... -

- Si, que estoy enamorado de ti, y ahora que está todo claro, quiero pedirteser mi novia, me darías ese placer?-

No lo pensé más.

- Si, aceptó ser tu novia- sonreí feliz abrazandolo.

Él me beso de nuevo, está vez algo más lento y a la vez apasionado.

Cuando nos separamos fue cuando caí de nuevo a la realidad, dándome cuenta de donde estábamos, todos nos miraban.

- Akashi- le hable completamente sonrojada.

-Ah, entiendo, vámonos a casa- me sonrío.

Que vergüenza sentía en ese momento.

Nos fuimos caminando a casa donde el me dejó en mi habitación, despidiendonos con un dulce beso.

A la mañana siguiente, cuando me desperté me cambié lo más rápido que pude. Me había quedado dormida.

-Buenos días- saludó Akashi sentado en la mesa.

-Buenos días- me senté frente a él en la gran mesa que siempre estaba vacía.

-Veo que te quedaste dormida- se burló.

-Pues si que vez bien, no podía dormir- me sonroje un poco.

-Por...-

-Sólo pensaba algunas cosas- empeze a picar la fruta en mi plato con el tenedor.

-¿Y puedo saber en qué pensabas?- lo mire mientras masticaba.

No quería contarle sobre mis pensamientos, pero algo tenía que decirle.

-Sólo pensaba en conseguirme un trabajo de medio tiempo- y no lo estaba inventando, había pensado en eso también.

- ¿Un trabajo? Pero no necesitas trabajar, aquí tienes todo, yo...- empezó diciendo pero lo interrumpo.

-Lo se y lo agradezco, pero no quiero sentirme una mantenida, ya suficiente haces con darme un techo donde quedarme- el quería seguir replicando, pero añadí.- Prometo que ese dinero lo usaré para comprarme cosas que ocupó y te dejaré lo demás- le sonreí un poco.

Guardo silencio por unos segundos, en los cuales siguió comiendo mientras pensaba.

-Esta bien, pero promete que conseguiras un trabajo de medio tiempo donde no te explotan- reí un poco.

-Claro, lo prometo- asenti.

Cuando ambos terminamos de desayunar nos dirigimos fuera de la casa donde el chofer ya nos esperaba, aún seguía sin acostumbrarme.

Cuando llegamos a la escuela, obviamente no en el carro de lujo sino caminando, los que nos miraban ya lo veían como algo normal. Claro, el era el capitán del equipo de basquetball y yo la estratega, así que no era raro vernos juntos.

-Nos veremos más tarde en el gimnasio- me dice Akashi, mientras estábamos enfrente de mi clase.

-Claro, las presentaré el plan que cree según los equipos que me dijiste-

-Muy bien, cuanto contigo entonces- me da unas palmaditas en la cabeza despeinando un poco mi cabello.

-Hum- me queje un poco.

Sonriendo se alejó de ahí, vi como su figura se fue alejando, dejándome ver su gran espalda.

Me quedé embelezada por unos segundos más antes de tirarme y que todos en el salón me miras en de alguna forma... Extraña.

-¿Que fue eso? Eso de recién no parecía lo usual entre ustedes, ¿oye acaso ustedes tienen algo que ver?-

Se me había olvidado por está felicidad que sentía en estos momentos que alguien más también seguía sintiendo algo, al menos eso es lo que el afirmaba.

Yoshida Irie, quién en el primer momento de inicio de ciclo escolar le había declarado la guerra a Akashi. Aún no se de daba por vencido hacia mi.

Era más que obvio que yo no sentía nada hacia el, no podía llegar a verlo de otra forma más que de un compañero de clases.

-...- no sabía que contestar, estaba algo nerviosa.

- Oye, no has respondido mi pregunta- me sujeto del brazo, lo mire asustada.

¿Que era lo que pasaba?

Murmullos se escuchaban por todo el salón y fuera de este tambien ya que está a habierta la puerta.

-Me latimas- gemi.

-No te soltare hasta que me contestes que es lo que tienes con el- apretó más si agarré.

Ahora es cuando el timbre debería de sonar y que un profesor entrará para poder repararlo de mi.

Trate de sacarme su mano de encima, pero al ser hombre era más fuerte que yo.

- Ella dijo que la solraras, no querrás meterte en problemas- la voz de alguien conocido se escuchó detrás de mi.

La gran mano de èl quito la de Yoshida, este lo miro con molestia.

-¡NO TIENES PORQUE METERTE, ESTE ES UN ASUNTO QUE NO TE INCUMBE!- le grito.

-Mayuzumi-san - lo mire asustada.

Sólo suspiro, mantuvo su mirada sin expresión hacia el.

-Ah tienes razón, es algo que no me incumbe pero sabes a quien si le importa escuchar eso?- giro su cabeza hacia un lado.

Estaba sorprendida, Akashi caminaba hacia nosotros y su expresión no parecía muy contenta que sigamos...

......

Bueno, no me maten por dejarlo así, espero pronto subir el siguiente capítulo.

Había tenido una dificultad, se me había ido la inspiración pero ya estoy de regresó. Nos vemos pronto.

Mi emperador. (Akashi Seijuro ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora