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—¿Nueva Zelanda? —pregunté atónita—. ¿Por qué quieres que me vaya contigo a Nueva Zelanda?

—Bueno, han sido ya un par de años desde que hemos vivido juntos... y, como dije, también me parece que Nueva Zelanda trae muy buenas oportunidades —explicó Papá con alegría y un tanto de nerviosismo—. Seguro que el Maestro Ackerman entiende.

—C-Claro... —respondió el mencionado sacándose la copa de la boca rápidamente al haberle tomado desprevenido—. Eh... Nueva Zelanda tiene una de las mejores educaciones mundialmente.

Me di cuenta como Eren lo fulminó con la mirada.

—Entiendo que es una noticia algo repentina y, nuevamente, pido disculpas a Eren y al Maestro Ackerman —prosiguió Papá—. Pero voy a quedarme dos semanas, precisamente para que lo decidas y pienses si vuelves conmigo.

Le respondí asintiendo, y después de eso, trataron de seguir hablando como si nada de eso hubiese pasado. La actitud de Mamá también me dejó parcialmente confusa, ya que no comentó nada al respecto, ¿ya lo sabía?

Por el otro lado, Eren y Levi seguían teniendo una expresión de sorpresa y temor, aunque el Maestro lograba disimular más. Mientras tanto, Eren aparentaba tanto miedo que ni había sido capaz de responder o cuestionar a mi padre.

Yo por mi parte, aunque me daba miedo el cambio repentino y la presión de tomar decisiones aceleradas importantes, debía admitir que... Nueva Zelanda no sonaba para nada mal.

—Me alegra que hayas podido venir —dije con una sonrisa.

Sasha se sentó en frente mío.

—No lo menciones. Honestamente me sorprendí al recibir tu llamada, no hablamos desde antes de entrar a clases.

—Es verdad... —murmuré algo apenada—. Perdón si parezco muy interesada, pero no puedo hablar con Armin o Mikasa.

—Sí... en la escuela muchos han estado hablando de como tu grupo se ha distanciado —explicó mientras ojeaba el menú—. ¿Qué pasó? Si es que quieres que sepa, claro.

—Para eso estamos aquí —bromeé antes de soltar un suspiro—. ¿Por dónde empiezo?

Comencé a contarle la historia, pero sin revelar tanto detalle como hice con Armin, sólo los hechos generales: Levi se me estaba insinuando con prominencia desde la fiesta, Eren se me había declarado y los dos tenían esta guerra silenciosa para llamar la atención, pero finalmente me habían sacado de quicio. Sasha podía confiable y ya me había demostrado ser muy buena escuchando, pero precisamente no solíamos hablar mucho.

Ese día en el centro comercial nos habíamos encontrado de mera coincidencia y no quería que tuviera una imagen algo distorsionada mía debido a todo el cliché que me estaba consumiendo este preciso año.

—¡¿Estás hablando del Maestro Ackerman?! —exclamó una voz que no fue la de Sasha.

Me di media vuelta para identificar a Connie Springer, un chico de la clase de Armin y Mikasa con el cual había cruzado palabra máxima dos veces en la vida.

—¡¿C-Connie?! —exclamé aterrada—. ¿C-Cuánto tiempo llevas ahí? ¡¿Cuánto escuchaste?!

—E-Esto... Sasha me había llamado...

Miré a Sasha, la cual sólo respondió asintiendo.

—Lo siento. Se me olvidó decirte que Connie también vendría... pero no pensé que llegara tan rápido y menos que se pondría de chismoso a escuchar a escondidas.

Las mejillas no podían arderme más que en ese momento y tuve un ataque de pánico momentáneo; ¿qué me garantizaba que Connie no le contaría a nadie?, ¿qué pensará de mí? Él sí que no sabe casi nada de mí... seguro piensa que soy una tonta... ¡una arrastrada, quizá! O peor... una mentirosa asquerosa.

EXAMEN ✎ levi / eren y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora