ALEXA
—Cariño, vamos...— oí su voz y abrí los ojos lentamente.
—Mami, mami, llegamos a la casa nueva— gritaba y saltaba Alexa.
— ¿Estás bien?— preguntó nervioso Tyler.
—Estoy bien amor, es el medicamento, debo tomarlo o volverán los ataques de ansiedad— dije bajando del coche.
Un extraño sentimiento de duda me cubrió al ver la casa que estaba frente a mí en este momento, lo que muchos llaman deja vú o sensación de haber estado en ese lugar antes, recorrí el camino hasta llegar al porche perfectamente pintado de blanco, toqué la madera y fue como sentirme en casa, solté un suspiro al abrir la puerta y entrar a la sala.
— ¿Qué?— solté al entrar.
Luego de abrir la puerta y ver como Alexa corría a la primera planta un raro sentimiento de pertenencia me embargó, yo había estado antes allí, un aroma a panqueques llegó hasta mí y al girar hacia la barra que fungía de desayunador vi una mujer y un chico rubio riendo sobre algo. Caminé hacia ellos y el rubio giró al verme para sonreír y tender su mano hacia mí, cuando iba a tomarla oí la voz de Tyler llamándome.
— ¿Cariño?— tomó mi mano extrañado.
— ¿Tyler?—
Me separé lentamente de él frotando mis ojos, no entendía que había sucedido con la visión de esas dos personas antes de que apareciera Tyler frente a mí. Confundido llegó hasta mí y me rodeó con sus brazos haciendo que apoyara mi cabeza en su pecho.
—Iré por mis pastillas—
—Está bien, Alexa está en el piso de arriba en su habitación, la nuestra está a la derecha— explicó.
—Gracias— dije antes de girarme.
Al subir las escaleras algo se apoderaba de mi pecho y sabía que un ataque de ansiedad se acercaba, apresuré el paso y llegué hasta la habitación, abrí la puerta de golpe y pude ver una señora de cabellera castaña sentada en la cama, me veía y sonreía.
—Tardaste tanto cariño— dijo tendiendo su mano hacia mí.
— ¡No!— grité.
Corrí hasta el botiquín que llevaba en mi maleta pasando de Tyler y sus gritos para contenerme, era eso nada más, mi mente jugando malas pasadas con mis ataques, con las manos temblorosas alcancé a abrir el pote de pastillas logrando que cayeran algunas antes de que consiguiera meter una de ellas en mi boca.
—Toma Eve— dijo Tyler pasando un vaso con agua.
Mi cuerpo temblaba, el pecho me oprimía y respiraba con mucha dificultad, Tyler me tomó en sus brazos y subió conmigo hasta la habitación, me acurruqué en su pecho y el sonido de su respiración calmada iba haciendo que la mía se acompasara con la de él.
— ¿Mami?— oí a mi pequeña.
—Mami está cansada cariño, vamos a dejarla descansar ¿Sí?— explicó Tyler antes de entrar a la habitación.
—Sí papi, descansa mami— exclamó mi pequeña.
No pude contener las lágrimas al oírla decir aquello, quería ser una buena madre para ella y no era más que un saco de preguntas dentro de un cuerpo humano, alguien que al final del día no tenía más que lo que había creado para olvidar un pasado que no existía.
—Descansa cariño— fue lo último que escuché antes de caer inconsciente.
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VOLVER A VIVIR (Saga Vida #3)
General FictionTras pasar años buscando y recordando a Alexa, Michael Brunet decide despegarse un tanto de sus recuerdos e ir de vacaciones a Argentina junto a Jona y su familia, lo que nunca sospechó era que en aquel aeropuerto encontraría lo que durante tanto ti...