ALEXA
El dolor era insoportable, pero me negaba a permanecer un segundo más en ese hospital, debía averiguar más y estaba segura que el haber dejado de tomar las pastillas fue lo que hizo que mi memoria volviera lentamente.
-Mike- susurré mirando mi dedo anular donde descansaba ahora mi anillo de matrimonio.
El sonido de la puerta me devolvió a la realidad, el rostro cansado de Tyler se asomó por ella, se notaba demacrado pero lo que más hizo que la alerta se volviera a activar en mí fue el frío de su mirada.
-Hasta que despiertas, prepararé el alta, todo está listo para volver a Italia- dijo sin dar un paso más.
Mi corazón comenzó a latir desbocado, imposible, no podía irme, en este lugar encontraría las respuestas a lo que hace años perdí, aquel hombre, James, su esposa, ellos me reconocieron.
-No dirás nada- masculló visiblemente molesto.
-¿Acaso mi opinión contó alguna vez Doctor Trovato?- contesté con rabia contenida.
-Recuerda al menos que la más perderá serás tú, si quieres estar aquí por mí no hay problema, pero mi hija se va conmigo-
-No me chantajees Trovato, no con mi hija, deja de jugar con mi mente de una vez- gruñí y vi sus ojos abrirse.
-Alegaré tu enfermedad, tus desvaríos y ataques de ansiedad, me la llevaré sin que te des siquiera cuenta- contraatacó de inmediato.
-Pues solicitaré una nueva evaluación médica, por completo, un examen exhaustivo, psicológico y físico de mi persona- sentencié decidida a no dejarme manipular nuevamente.
Su rostro cambió a uno de sorpresa pero tan solo por un segundo luego la rabia lo inundó llenando de un rojo carmesí sus ojos, tuve miedo pero no iba a dejarme extorsionar por su carácter tan cambiante.
-Dime y niega que el encuentro con ese hombre es el motivo de tu cambio. ¡Niégalo!- gritó presionando mi cuello con fuerza.
La sorpresa pasó a miedo y de este a rabia, tenía razón y su comportamiento lo único que hacía era confirmarlo, él no me había ayudado, me había manipulado para mantenerme a su lado y utilizarme a su antojo.
-Suéltame- susurré apenas sintiendo que ya no podía mantenerme despierta.
-¡Pero qué diablos!- escuché el grito de la enfermera como salvación.
-¡No se meta en lo que no le incumbe!- devolvió Tyler sin soltar mi cuello.
-¡Seguridad!- gritó la enfermera abandonando la habitación.
Juro que no reconocía en él al hombre del que alguna vez creí estar enamorada, no era él y mi temor más grande ahora era Alexa, mi pequeña, no podría hacer mucho por ella estando entre estas paredes.
-¡Suéltela! ¡Ahora!- dijo el hombre de seguridad tomándolo del cuello.
Sentí el aire ingresar de golpe a mis pulmones quienes agradecidos me devolvieron la vida que se me iba de las manos.
-Llama a la policía Mary- gruñó el guardia.
-Ya lo hice, voy a revisarla señora Trovato- añadió acercándose hasta mi lado.
-Mi hija, necesito a mi hija- era todo lo que necesitaba.
-¡Olvídate de ella! No la volverás a ver en tu vida-
Golpeó al guardia con su cabeza y luego de dar su sentencia con la mirada se marchó de allí dejándome con el corazón desbocado y desahuciado.
-Mi hija, mi Alexa- susurré antes de perder el conocimiento.
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VOLVER A VIVIR (Saga Vida #3)
General FictionTras pasar años buscando y recordando a Alexa, Michael Brunet decide despegarse un tanto de sus recuerdos e ir de vacaciones a Argentina junto a Jona y su familia, lo que nunca sospechó era que en aquel aeropuerto encontraría lo que durante tanto ti...