Capítulo 8

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MIKE
—¿Seguro hermano?—
—Sí Jona, es tiempo—
—Pero ¿Y la investigación?—
—Mir, ustedes tienen su vida, sus trabajos, los niños, con lo que pude averiguar en estos meses es suficiente para volver y continuar la investigación con los contactos de Jona—
—Lo sé Mike es que…—
—Te entiendo Mir, todos estamos así de desesperados como tú, Alexa es mi vida  y no pienso parar hasta tenerla de nuevo a mi lado, eso puedes darlo por hecho— sentencié abrazando a Miranda.
—Cuenta con nosotros para lo que sea que necesites, cuando tengas algo más certero no dudes en avisar e iremos hasta allá—
—Lo haré hermano, si lo que sospecho es verdad, pues debo moverme antes de que ese doctor se la lleve y volvamos a perder el rastro—
—Ella te recordará Mike, conozco a mi Alexa y sé que el encuentro que tuvieron la hará recordar, ve por ella por favor— suplicó Miranda.
—La traeré de nuevo con nosotros, así tenga que cruzar el planeta completo, voy a traerla a mi lado y con ustedes—
—Hermano, ¿Su hija?—
No contaba con esa pregunta de parte de Jona, quedamos en silencio y mi mente viajó al momento en que conocí a la pequeña niña.
—Cuando se demuestre el delito de su padre irá a la cárcel, ella no tiene culpa de nada, tampoco Alexa, es ese maldito la que nos separó— sentencié firme.
Un suspiro de alivio salió de los labios de Miranda y me volví a verla, ¿Acaso creería que dejaría a la niña? Ella se abrazó a Jona y lo besó en los labios antes de ir por los niños.
—Será como tú digas hermano, vamos, el camino al aeropuerto suele complicarse con el tráfico a estas horas— dijo palmeando mi espalda.
Miranda bajaba con los niños de la mano, extrañaría a Ana y Andy, esos mellizos son un par de angelitos traviesos.
—Tío Mike, llévanos por favor— suplicó Andy llegando a mi lado.
—La próxima irán con sus padres y conocerán a mis padres, ellos los amarán—
—Y consentirán…— añadió Jona.
—Eso ya lo sabemos— reímos todos con ese comentario.
—¿La tía Alexa también estará?— Ana terminó sorprendiéndonos.
—Ella también estará y tu prima con ella—
—¡Qué bien!— gritaron al mismo tiempo.
—No digas nada Mike, es de familia— soltó Miranda viéndome bufar.
La camioneta familiar de Jona nos esperaba en la acera pero fue raro ver un hombre apoyado en ella como si nos estuviera esperando.
—¿Lo conoces?— pregunté poniéndome a la par de Jona.
—No, la primera vez que lo veo— dijo  colocándose como escudo de Miranda y los niños.
Avanzamos lentamente hasta llegar a él y lentamente tiró su cigarrillo antes de quitarse del medio con una sonrisa un tanto maligna.
—¿Necesita algo?— inquirió Jona serio.
—Solamente cerciorarme de que era verdad lo que me habían dicho— replicó sonriente.
—¿De qué diablos estás hablando?— espetó Jona acercándose al hombre.
—Realmente la zorrita hizo su vida— añadió viendo a Miranda.
—No te permito maldito— espetó Jona tomándolo de su camisa.
—Sólo repito lo que me mandaron a decir, el tiempo vuela y hasta el sol más fuerte se oculta ante la oscura noche— recitó el hombre.
—Raymond— susurró Miranda comenzando a llorar.
—Maldito hijo de…—
Y comenzaron, uno, dos y tres golpes que dejaron inconsciente al hombre mientras Jona llamaba a sus hombres yo intentaba consolar a Miranda y los mellizos que habían comenzado a llorar al ver mal a su madre.
—¡Con un demonio Steve! ¿Cómo pudo el maldito llegar tan tranquilo hasta nosotros?—
—Tranquila Miranda, vamos dentro, tranquilos niños—
—Es él Mike, su condena, de seguro consiguió salir y vendrá por nosotros— decía mientras lloraba y se abrazaba a sí misma.
—Mir, mi amor, mírame, mírame— suplicaba Jona.
Estaba sufriendo un ataque de pánico, uno muy fuerte, simplemente tomé a los niños en brazos y entré a la casa. El sonido de un par de coches llegando me hizo volver la vista hacia la salida de la casa.
Dejé a los niños en la sala con el televisor encendido y me acerqué a la puerta, vi un par de hombres acercándose a Miranda y Jona. Uno de ellos  palmeó la espalda de Jona y le indicó que entraría a la casa.
—Tú eres Mike—
—Sí—
—Soy Steve, seré tu contacto en Estados Unidos, vamos al aeropuerto—
—Pero…—
—Ellos quedarán con Frank y Marco, estarán más que protegidos con ellos—
—Estaremos bien Mike, esta es nuestra pelea, tú tienes la tuya, traer a Alexa de regreso es tu misión hermano— dijo Jona llegando a nosotros
»Steve es uno de mis mejores amigos, además de ser un excelente agente, puedes contar con él para lo que sea— aseguró palmeando el hombro de su amigo.
—No voy a fallarle a mi compañero de armas, no lo hice antes ni lo haré ahora— sentenció firme.
—Está bien, vamos al aeropuerto, ¿Miranda?—
—Estará bien, sé cómo calmarla Mke, tú enfócate en tu lucha hermano, nos veremos pronto—
Nos dimos un abrazo y luego de despedirme de los niños seguí a Steve hasta su coche.
—Debe valer la pena arriesgar su vida en cada misión— dije viendo el Camaro negro frente a mí.
—Es mi mayor tesoro— dijo orgulloso.
—¿Tu familia?— me arriesgué a preguntar entrando en el coche.
—No todos somos lo suficientemente valientes como para tenerla— masculló colocándose el cinturón.
—Lo dices por la situación de Jona—
—Él mataría por su familia, pero el riesgo al que la expone es mucho—
—No permitirá que nada les suceda— afirmé seguro.
—Moriría él antes que alguno de ellos sea herido, ese cabrón es un jefe de verdad— sonrió negando con la cabeza.
—¿Ha hecho algo así alguna vez?—
No contestó, simplemente chasqueó la lengua y negó con la cabeza y fue mucho más que una afirmación.
—Si con eso pretendías tranquilizarme…—
—Tú preguntaste, ¿En algún momento te respondí?—
—Vaya, pero si eres todo un caso ¿No?—
—Sólo soy alguien que sobrevive en un mundo de locos peligrosos Mike, convivo con gente como el loco que se robó a tu prometida o que sometió a la esposa de Jona por años, sin contar los narcotraficantes y delincuentes mafiosos, en mi mundo no hay lugar para arriesgar la vida de la persona que amo— justificó su pensar.
—O simplemente no ha llegado alguien que valga la pena realmente amar—
—No vayas por ahí Mike, tú y Jona son un par de suertudos—
—Cerrado— solté riendo
—Entrometido— terminó diciendo.
Ambos reímos y divisé a lo lejos el aeropuerto, faltaba poco, lo presentía, voy por ti Alexa,  sólo recuérdame pequeña.

VOLVER A VIVIR  (Saga Vida #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora