El sendero a la cámara del patriarca seguía lleno de flores y pétalos preparados para atacar en dado caso que fuera necesario.-Nunca creí que reaccionaria de esa manera, pero me alegra no haber terminado paralizado por su veneno.
-Seiya eres un idiota, como se te ocurre decir algo sobre su apariencia cuando nos dijeron que no la molestáramos con eso - Hyoga seguía regañando al moreno.
-Supuse que sería alguien que nos dejaría con la boca abierta o algo así, pero no me impresiono tanto.
-¿De verdad? - Enoc se sorprendió.
-Sí, creí que superaría la belleza de su padre pero solo se parece a él, claro que en mujer.
-Bueno, la mayoría de las personas que se encuentran entrenando la llaman la mujer más bella.
-¿Y tú que crees? - Shun le pregunto mientras avanzaban.
-Concuerdo con ellos, es preciosa.
-¿Ocurre algo entre ustedes? - Seiya pregunto con intenciones de molestarlo.
-Nada podría suceder entre nosotros, es como mi hermana.
-Pero acabas de decir que la consideras preciosa.
-Todas mis compañeras a quienes llamo hermanas son hermosas, ustedes mismos pudieron apreciarlo.
-¿Estás enamorado de alguna de ellas?
-No - en ese momento una cabellera negra le vino a la mente - ya casi llegamos.
Nadie volvió a decir nada, cuando llegaron a la cámara del patriarca todos hicieron reverencia, ante ellos el actual patriarca, Kanon de géminis se encontraba sentado.
-Caballero de Aries, le agradezco el apoyo brindado en esta misión, ya puede retirarse.
-Como usted ordene maestro - se levantó y se despidió emprendiendo el camino de regreso a su morada.
-Patriarca, ¿para qué nos mandó llamar? - Shiryiu fue el primero en levantarse y preguntar.
-Quien los mando llamar fui yo - la voz de Saori resonó en la habitación, venia acompañada por un santo femenino de armadura dorada, una máscara con grabados en color verde adornaban los ojos, portaba la armadura dorada de capricornio, fácilmente la reconocieron como Gabriel en base a la descripción que les había brindado Enoc, su cabello negro le llegaba hasta los hombros.
-¿Sucedió algo?
-No, son tiempos de paz en estos momentos, por eso mismo decidí llamarlos, esta noche celebraremos los tiempos de tranquilidad.
-Saori - Seiya hablo - tu no celebrarías nada que no fuera importante ¿Qué sucedió?
Los presentes la conocían bastante bien como para saber que algo importante estaba sucediendo.
-Gabriel, ¿podrías dejarnos a solas al patriarca y a los caballeros por favor?
-Como ordene - hizo reverencia y salió de la habitación.-Ya han pasado cerca de diez años desde que me ayudaron en el inframundo, ustedes y los antiguos dorados, en el olimpo Zeus decidió que debía haber paz entre los dioses, esta noche enviara a un representante a hacer una ofrenda de paz, por eso la fiesta.
-¿Sabes quién es su mensajero?
-Ustedes también los conocen, por favor, salgan - detrás de la cámara del patriarca bajo una cortina se encontraban estas personas.
-Pero...
-Nadie sabe de esto, ni siquiera Gabriel, quería que fuese una sorpresa para esta noche.
En la casa de piscis Enoc se encontraba hablando tranquilamente con Aurora.-Lamento lo sucedido con el caballero de Pegaso, creí que terminarías lanzando tu trampa para moscas en el camino a la recamara del patriarca.
-No es para tanto, solo es alguien impertinente, Ann me hablo vía cosmos y me dijo que no me molestara en responderle.
-Ya veo - en ese momento llego Gabriel.
-Hola Gabriel, ¿ya terminaste por hartar a tu diosa con tu presencia?
-Hola Aurora, Enoc, y si, ya termine de fastidiarla por el día de hoy.
-No entiendo porque sigues de perro faldero.
-Se lo prometí a mi padre, así que me aguanto y cumplo con lo que él no pudo.
-Me parece una estupidez intentar seguir con el legado de tu padre.
-Si no estás de acuerdo con esto ¿Por qué aceptaste volverte santo de piscis? Bien podrías haberte ido.
-Sabes bien porque no me fui de este lugar, mi madre está enterrada en este templo, si me voy me alejaría de la única familia que me queda que son ustedes, no puedo irme.
-Entonces estamos en las mismas, me quedo por los mismos motivos.
-Todos nos quedamos en este lugar por lo mismo - Enoc hablo interrumpiendo la conversación.
-Enoc... - Gabriel se sorprendió al escuchar a su compañero - no creí que tú.
-En parte por eso me quede y en parte estoy orgullosos de ser el nuevo portador de la armadura de Aries, igual que ustedes, así que mejor dejemos esta conversación para otro día, Gabriel, te escolto a la casa de Capricornio, recuerden que al finalizar el anuncio de esta noche tenemos una reunión en mi casa por la llegada de Elena.
-Bien - ambos se despidieron de la guardiana de piscis y siguieron su camino.
En la entrada del santuario se encontraba un escorpión pateando piedras por lo aburrido y desesperado que se encontraba mientras que Kiki ya estaba ayudando a su maestro a reparar las armaduras empezando por la de Andrómeda que no estaba tan dañada en comparación con las demás, la más difícil como siempre seria de la Seiya.
-Enano ¿Qué hora es? - Menlo comenzaba a desesperarse.
-Han pasado cinco minutos desde la última vez que me pregunto lo mismo maestro Menlo.
-Al diablo la espera - se acercó a ver lo que el menor estaba haciendo - ¿Qué jodidos estás haciendo? - al observar que estaba utilizando la sangre que brotaba de sus muñecas se impactó.
-Reparar las armaduras de bronce, por lo menos las que no están tan dañadas, el maestro Enoc se encargara de las demás.
-Quien diría que son unos completos sádicos ustedes los lemurianos.
-Es la única manera de reparar las armaduras.
-¿Necesitas mi ayuda?
-No es necesario, se requiere mucha sangre y usted debe esperar a la maestra Elena.
Q
-No es problema la sangre, Camile se la pasa diciéndome que soy un sangrón, déjame ayudarte un poco en lo que espero.-Muchas gracias, entonces ayúdeme a reparar la armadura de Fénix, vierta su sangre de manera que quede bañada la armadura.
-¿Así está bien? - Menlo hizo un corte en sus muñecas y su sangre comenzó a caer sobre dicha armadura.
-Muy bien maestro Menlo - al cabo de cinco minutos Menlo ya se sentía mareado y aun no estaba completa la armadura de Fénix.
-Mierda.
-Por favor descanse, es un trabajo al que no está acostumbrado.
-Que tonterías dices, perder sangre no es nada para mí.
-Sigues siendo un idiota orgulloso según veo - una voz fría y serena sobresalto a ambos jóvenes.
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Los caballeros dorados: la generación sin armadura
FanfictionDiez años han transcurrido desde la última batalla en el inframundo, diez años en los cuales la paz a reinado y los caballeros de bronce protegen el mundo por el cuál los antiguos caballeros dorados pelearon. Pero ¿que hacer con la calma que viene d...