Capítulo 8

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La velada transcurrió de manera agradable y rápida para los jóvenes, era agradable poder convivir como las personas normales en compañía de sus seres queridos.

A la mañana siguiente los jóvenes dorados se encontraban entrenando en el coliseo, con las máscaras cubriendo sus rostros y sin esas molestas ropas todos se encontraban tranquilamente.

-¡Trueno atómico! – Adonis lanzo un golpe certero a Enoc.

-¡Muro de cristal! – su compañero lo cubrió eficazmente.

-Invocación de espíritus… - Ann libero su ataque en dirección a Clarice.

-Otra dimensión – Clarice desvió el ataque y se acercó a su compañera.

Camile y Elena mantenían un combate cuerpo a cuerpo, ajenas a sus compañeros.

-De seguir así esto terminara mal – una lanzaba un golpe y la otra lo esquivaba.

-Todo el tiempo termina mal, es cuestión de anteponernos a la situación.

-Lo dices como si fuera tan fácil.

-Lo dices como si fuera tan complicado… debemos mantenernos al margen por el momento.

Los caballeros de bronce habían decidido entrenar mientras se les asignaba alguna tarea, habían transcurrido tres días desde la dichosa fiesta y no había mucho que hacer, cuando llegaron al coliseo se encontraron con que ya estaba ocupado por los jóvenes dorados.

-No deberíamos molestar – Shun se detuvo observando la situación.

-Que va, todos somos compañeros al fin de cuentas, entrenar con ellos nos sería beneficioso para medir fuerzas – Seiya camino rumbo a los jóvenes.

-Tu solo quieres pelear con alguien – Hyoga lo siguió.

-No actúes como si no sintieras curiosidad, te intriga medir tu fuerza con la hija de Camus.

-No lo negare, escuche que es fuerte, pero no debemos molestar.

-Solo será algo rápido.

-Caballeros de bronce, es un placer verlos nuevamente – Gabriel quien había detenido su entrenamiento con Alden para tomar agua les saludo cordialmente.

-El placer es nuestro Gabriel – Seiya se acercó.

-¿Cuánto tiempo llevan aquí? – Shiryiu estaba atento a sus ataques.

-Como tres horas aproximadamente – Alden estiraba los músculos tranquilamente.

-Nosotros también queríamos entrenar un poco ¿les importa si los acompañamos?

-Molesta su presencia – Fidan quien estaba sentada de manera muy relajada en las gradas les respondió.

-En lo absoluto – Gabriel le lanzo una mirada de reproche a su compañera, a cual no la pudo ver por la máscara que cubría su rostro.

-Disculpen a nuestra amiga, es muy penosa a la hora de entrenar – Ann se acero a ellos para saludar.

-No es verdad, me molesta su presencia, no quiero entrenar con alguien de menor categoría que yo.

-Entonces que demuestren que no son de menor categoría – Clarice se mantenía divertida por lo que sucedía - ¿Qué les parece caballeros de bronce si le demuestran a nuestra querida Fidan de lo que son capaces?

-Los duelos entre caballeros están prohibidos – Elena se mantenía seria.

-No será un duelo, solo será un entrenamiento algo subido de tono y como recompensa, el ganador recibirá un beso de la querida doncella de virgo – la situación mantenía bastante entretenida a la guardiana de la tercera casa.

Los caballeros dorados: la generación sin armaduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora