Capítulo 13

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-Qué extraño… - Radamanthys se quedó pensando un rato – no hay registro de guerreros con esa habilidad.

-¿Disculpa?

-Sabemos que los generales marinos utilizan los portales acuáticos, los espectros usamos  la habilidad de las sapuris o los portales de nuestro señor Hades, ustedes los caballeros de Atena muy pocos poseen técnicas de transportación, los ángeles tienden a utilizar los rayos.

-¿No hay ningún dios obsesionado con el humo?

-Generalmente están limitados… Los únicos que no son tan estrictos serian Atena, Dionisio, Circe… podría ser ella.

-Es algo apresurado, pero podría ser.

-Necesito que me acompañes a declarar frente a mi señor Hades.

-Pues ya que, me servirá para preguntarle algunas cosas.


Cuando Elena llego al santuario no podía creer lo que sucedía, no había ninguna actividad, todos estaban aparentemente descansando, ni un guardia en su ronda nocturna. Atravesó los templos uno a uno llamando a sus moradores pero no recibió respuesta.

-Enoc... Alden… - nadie respondió, cuando llego al quinto templo - ¡Fidan!

-¡¿Elena?! ¿Eres tú?

-Fidan – se adentró a los aposentos y cuando quiso abrir la puerta esta no cedía.

-Ni lo intentes, Aioria me encerró ¿Por qué estás aquí?

-La misión fue rápida, ¿No estabas en Rodorio debido a tu encierro verdad?

-Así es ¿Sucedió algo?

-Fidan, Rodorio fue atacado, una gran parte de la población sufrió daño y todos en el santuario salvo tu están dormidos.

-¿Qué? Eso es imposible… Sácame de aquí debe haber una llave colgada de lado derecho.

-Ya la vi – se acercó a tomarla y abrió rápido la puerta – debemos ir a la cámara del patriarca.

-Atena es la prioridad.


Ambas jóvenes corrieron rumbo a la cámara del patriarca, durante su recorrido por el resto de las casas no percibieron ninguna presencia ni amiga ni enemiga.

Para cuando llegaron a la cámara del patriarca sintieron la presencia de Camile entrando al santuario.

-Te necesitamos rápido en la cámara del papa.

-Pero que… - no era capaz de continuar hablando.

-Siguen vivos, al parecer solo duermen, cuando llegamos los encontramos así.

-Incluso Atena está bajo los efectos de lo que sea que ingirieron.

-Y la mitad de Rodorio está en llamas, esto debe de haber sido planeado.

-¿Qué dijiste? 

-Tranquilízate Fidan, primero nos encargaremos de dejar todo en orden aquí y después bajaremos a la ciudad a ayudar en lo que podamos ¿está bien? – ambas asintieron a lo dicho.


-Perdóneme por esto su santidad – Elena le clavo una estaca de hielo en el brazo a Shion causando que despertara sobresaltado.

-¡MURO DE CRISTAL! – su barrera lanzo lejos a las tres jóvenes.

-Auch… - Camile se sobo la cabeza – quien diría que esta técnica fuera tan eficiente…

-Recuérdenme alejarme de los Aries – Fidan se levantó después de haber rodado varios metros lejos de sus compañeras.

-En otra ocasión bromean sobre el asunto – Elena quien también había sido lanzada lejos se acercó cojeando – mierda, creo que me torcí el tobillo.

-¿Se puede saber que está sucediendo? – Shion se levantó de su cama y observo a las tres jóvenes – es inapropiado que ustedes tres entren a la cámara del patriarca sin su permiso y a tales horas de la noche, debería castigarlas por esto.

-Después  aclaramos lo de los modales, lo más importante en estos momentos es que despierte a Atena y a todos los caballeros, Rodorio sufrió un ataque y ustedes terminaron sedados.

-Eso es imposible, Fidan, tu como santo de sextante debías cuidar de la ciudad de Rodorio, no debiste abandonar tus labores.

-Le recuerdo que permitió que el santo de Leo interrumpiera mi labor, pero eso es lo de menos, debemos ver si necesitan nuestra ayuda.

-Escúchenme bien, su nueva orden es acudir a ayudar a los civiles, mandare refuerzos en unos momentos, debo acudir con Atena, ahora.

-¡Si señor! – las tres jóvenes salieron lo más rápido a cumplir con su misión.


-De verdad es difícil de creerlo – Mascara de la muerte fue el primero en hablar. El patriarca convoco a una reunión con los caballeros dorados antes de anunciarlo a los demás santos.

-Todos pensamos lo mismo, para que alguien lograra sedarnos y atacar una ciudad en nuestras narices sin que pudiéramos hacer nada – Mu se mantuvo analizando la situación.

-Vaya nivel de caballeros los que tenemos entonces ¿no? – Camile se cruzó de brazos.

-Recuerda frente a quienes te diriges Camile de lobo, si se te permitió estar en esta reunión junto a tus compañeras es porque eran las únicas que no estaban bajo el efecto – Shion se mantenía sereno – sin mencionar que fuiste la única que vio al culpable del ataque.

-No creo que ese sujeto fuese la mente maestra, pienso que recibió órdenes y solo las ejecuto – Elena externo su opinión, llevaba un vendaje en su tobillo derecho y en la muñeca izquierda.

-Explica tu teoría Elena – el patriarca estaba atento - ¿de dónde sacaste esa conclusión?

-Cuando el juez Minos y yo llegamos a la villa, el guerrero que se presentó como Cícero de Golem menciono que estaba buscando a Fidan de sextante, también comento que se le mintió al decirle que estaría presente esa noche, poco después en la entrada del inframundo una guerrera, Leonora de anfisbena ataco diciendo que su objetivo era la señora  Perséfone.

-Golem, Anfisbena, criaturas de la mitología de las cuales no se sabe a quienes sirven, sin mencionar que estaban al tanto de nuestros movimientos – Elena suspiro – espero equivocarme pero creo que alguien ha filtrado información.

-Esa es una acusación bastante grave, pero tienes un punto – Saga observo a las tres jóvenes - ¿Cómo fue que no te afecto lo de anoche Fidan?

-Supongo que era la comida, todas las bebidas eran las mismas, pero nada me paso, y no ingerí nada de la cena, esa es la única explicación que encuentro.

-Piscis, cáncer, revisen los comedores, interroguen al personal, debemos llegar a una respuesta rápido, Leo, sagitario, escorpio, lleven a otros cinco caballeros a Rodorio a ayudar en lo que haga falta, los demás síganme, debemos informar a nuestros compañeros y ustedes tres, descansen, ya hicieron su parte, Camile, Elena comiencen su reporte.

-Pero – Fidan protesto.

-Recibir una explosión directa del muro de cristal y únicamente terminar con un esguince es de admirar, pero es necesario que estén bien si quieren seguir siendo de ayuda, y en cuanto a ti Fidan, mantente alejada de este asunto, sabemos que eres el objetivo de ese guerrero y se volvería personal en vista de las circunstancias.

-Si señor – respondieron al unísono.

Los caballeros dorados: la generación sin armaduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora