Capítulo 2

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Mi primera táctica sera llamar su atención, y aunque este demasiado visto mi truco se que funcionará. Me desabrocho un botón mas de mi ceñida camisa para dejar algo más a la luz mis pechos y cuando estoy lo suficientemente cerca de él hago como que se me caen mis cosas al suelo..

Me agacho muy despacio e inclinándome lo suficiente para que tenga una buena visión de mi canalillo, empiezo a recoger mis cosas y para mi sorpresa me miran todos, excepto el rizitos. Me parece impresionante que ni se digne a acercarse, esto ya no me va gustando, pero parece que el juego sera mas divertido de lo que parecía. Si él se hace el difícil yo me insinuaré aún más.

Segunda táctica: hacerme la tierna. La profesora entro por la puerta y eso significaba que la clase iba a empezar y eso me favorecía a mi porque el señor "ignora al pivon" se sienta a mi lado.

Antes de sentarme me abroché el botón de mi camisa y me coloque con mis cosas en mi pupitre, empezé a atender a la clase y una vez que me había relajado por el mal trago de antes, (para mi un rechazo es como un insulto, pero como aun no me conoce no lo considerare rechazo) lo mire y ví que me observaba de reojo. Pensé que la clase de lengua no era la más apta para hablar, así que arranque la última hoja de mi cuaderno y escribí una nota para mi compañero.

"Hola soy Elena. ¿Como te llamas?"

Con algo de disimulo lo metí dentro de su estuche y empezé a mirar de nuevo a la pizarra con interés (pero observándolo con el rabillo del ojo).

Entonces ví que se removió en su asiento algo nervioso, cogió la nota y la leyó. Yo sonreía por que sabía que esta táctica no fallaría. Noté que me miro y gire para hacer yo lo mismo pero en cuanto lo hize.. ¡Arrugo la nota y la tiro! (Vaaalee valee valee el señorito empieza a consumir mi paciencia, que de gracias a que me lo quiero tirar,sino correría con la misma suerte que la nueva). Seguiré intentándolo mas tarde ya que ahora lo único que tengo ganas es de arrancarle la cabeza a este troglodita.

Acabaron las clases y ya estaba cansada, había sido un día largo y yo nunca quiero que se me note el cansancio, así que sonrió para parecer fresca como una flor. Me dispongo a ir al baño antes de montarme en el coche para no ir agobiada conduciendo. Cuando acabe iba a lavarme las manos y... ¿A que no sabéis con quien me encontré..? ¡Con miss pardilla!

Parece que intentaba luchar con las manchas de café que le deje en su horrorosa vestimenta, me limite a observar.

-No conseguiré quitar todo esto.. maldita sea.. no se que narices le pasa a esa Barbie que me tiene que joder el día..- dijo haciéndome enfadar aún mas.

- Buueno bueno bueno-dije-parece que la suerte esta hoy de tu lado niña, para que veas que lo de antes solo fue un accidente, te ayudaré a limpiarte esa bazofia de camiseta..- claro está que no sería así, solo será una parte más de mi venganza.

-No hace falta, de verdad, ya me iba..- dijo la pobre..no sabe en la que se a metido.

Entonces sin previo aviso abrí el grifo de par en par empapándola y por si fuera poco cogí un puñado de agua y se la extendí por todo el pecho. La panoli se me quedó mirando con la cara descolocada (lo mejor de todo era que la camiseta era blanca y se le transparentaba todo).

-Uuups el agua ha salido con demasiada fuerza..pero mira el lado bueno, hace calor y te has refrescado- dije riendome en su cara y dándome media vuelta para dirijirme fuera del colegio.

Fui hasta mi coche y justamente salía el moreno con su coche y se me quedo fijamente mirando. No entiendo nada, esto se esta volviendo raro y complicado, pero para una chica como yo no hay situación que me supere.

Conduje despacio a mi casa pensando en todo lo ocurrido y como hacer mañana cambiar de opinión al rizitos.

Llegue a casa y me encontré a Carmen (la chacha) en mi habitación. No me gusta nada que esta mugrienta entre a tocar todas mis cosas que valen más que ella. Entré con sigilo para ver que hace, y me la encontré mirándose en mi espejo con mi camiseta favorita por encima. Eso me enfureció aún más y aunque mamá me diga que tengo que tratarla bien o si me es muy difícil eso que la ignore,pero esto ya es la gota que colmo el vaso.

-¡Maldita chacha! ¡Como te tengo que decir que no entres en mi habitación y mucho menos te atrevas a colocarte mi ropa! Todo esto vale más que tu maldita vida- le dije a voces señalando la habitación.

-Perdón señorita- dijo entre sollozos- No era mi intención ofenderla, solo estaba admirando esa camiseta e imaginando como me quedaría.-dijo

-Estúpida, tú nunca tendrás este lujo, confórmate con tus harapos y lárgate de mi vista.- le dije dándole la espalda y poniéndome mis cascos para escuchar musica y apartarme de todo.

Sonó mi móvil despertándome, porque al parecer me relaje tanto que me quede dormida. Mire la pantalla y era mi mejor amiga Iris.

- Holaa Iris, ¿Ya acabaste por hoy con el musculitos?- dije riendo.

- Sii y no veas lo empalagoso que es. Me ha agobiado tanto que necesito comprar ropa nueva para desahogarme.¿Me acompañas?- me pregunto,aunque era mas bien una suplica.

-Esta bien, ahora mismo me paso por tu casa y te recojo.- diciendo esto,me mire al espejo, me coloque un poco y me dispuse a derrochar un poco de dinero con mi amiga, ya que yo también necesitaba distraerme.

Antes de salir de casa eché a lavar la camiseta que se puso la chacha,cogí las llaves y la tarjeta dorada que me regalo mamá por mi cumpleaños. En la cual me ingresa una muy buena suma de dinero cada mes.

Enfrentando la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora