No hablo absolutamente con nadie lo que duran las clases hasta el descanso y me pongo algo nerviosa cuando toca el timbre y empiezan a rodear en mi pupitre para preguntarme que me ha pasado y un millón de cosas más. Permanezco callada sin saber que decir o no, esto me lo esperaba pero no a este nivel. Me estoy agobiando demasiado y decido contestar una sola cosa: Dejadme tranquila, no quiero hablar con nadie. Así me ahorro todas las explicaciones y responder a preguntas impertinentes.
De repente empiezan a cuchichear nuevamente pero noto en el aire que me rodea que la gente empieza a dispersarse y no tardo en saber el porqué. Alguien los está echando de donde yo me encontraba, pero no logro saber quién es hasta que se acerca a mi.
“Vengaa se acabo la función. Largo de aquí no se os ha perdido nada, no la agobieis si no queréis una patada en el culo. Fueraa.”
- Salgamos de aquí Elena, estos solo son unos metiches. Te vendrá bien despejarte y tomar el aire.- dijo una voz femenina rápidamente agarrandome de la mano haciéndome levantarme inmediatamente.
Andamos un rato hasta llegar a unos bancos de piedra que recuerdo que había en el patio en el cual cuando empecé el instituto me he sentado incontable de veces, nunca imaginé que volvería a sentarme de esta manera.
- Gracias por sacarme de esa tensión. Pero al menos podrías haberte presentado primero.- comento un poco molesta aunque agradecida por ese gesto que no esperaba.
- Que poca vergüenza tienes después de todo y vas y me dices que no me he presentado.- dice sonriendo fingiendo estar enfadada.
- Que todo ni que todo si solo me has echo el favor de despejar la zona, nada más, ni que me hubieras salvado la vida.- todo me esta resultando muy extraño hoy, entre la invasión de gente preguntando y ahora la chica esta reprochando se me esta saliendo de lugar.
- Me decepcionas Elena, en el hospital dijimos que seriamos amigas y que me llamarías y ahora que te salvo el culo de nuevo ni me reconoces. Que mal va esto.- se delata al fin pudiendo entenderlo todo y al fin hoy recupero mi sonrisa.
-'¡No puede ser! ¡Que haces aquí! No sabia que estudiaras en este instituto ni se nos ocurrió hablar de ello. Pero aunque no haya reconocido tu voz y tu forma de hablar me alegro tanto de poder contar contigo aquí dentro..- digo riendome como pocas veces lo he hecho.- Pero otra cosa que no me has dicho en todo este tiempo y en lo que no he reparado es que no se tu nombre habiendo pasado bastante tiempo juntas.- intento salir de mi duda y poder recordar su cara si es que la he visto alguna vez en el instituto en estos años.
- Pues la verdad es que no me he presentado nunca, pero no sabía si sería buena idea hacerlo. Pero ya que insistes lo haré y espero que no cambie nada Me llamo..me llamo Danna.- pronunció la última frase con dificultad haciendo que mi boca se desencajara de incredulidad, por no haber averiguado por mi misma quien era ella pero no era nada fácil.
No sé que decir, me mantengo callada por un breve periodo de tiempo mientras repaso mentalmente todo lo que he hecho con Danna desde principio a fin y poco a poco entiendo cada vez menos porqué se ha comportado así conmigo si yo la he tratado peor que a un trapo viejo.
Así que no puedo aguantar más la curiosidad por aclarar esta amistad tan extraña, pero me es muy necesario en este momento.
- No entiendo nada, en serio Danna, ¿Por que actúas de esta manera conmigo? No puedo asimilar que te comportes bien conmigo cuando yo te he pisoteado en todo momento desde que te chocaste conmigo.- le suelto sin esperar mas, ya perdí a una amiga sin tener ni siquiera culpa de nada, solo por tener un accidente pero a Danna no quiero perderla después de todo lo que me ha demostrado, porque los verdaderos amigos son los que te demuestran siempre todo, sobre todo en los malos momentos porque en los buenos estarán personas que ni conoces.
- Pues al principio estaba muy desesperada al no tener ni idea de por que te comportabas así conmigo desde aquel horroroso día cuando la que en realidad chocaste tú, pero me propuse demostrarte a ti y a todos lo que se comportan como lo hacías tu que nunca sabes a quien vas a necesitar en tu vida y que por ese motivo tienes que al menos intentar tratar a los que te rodean como te gustaría que te trataran a ti.- Dijo tranquilamente, sin ningún pudor sincera como siempre lo ha sido en estos meses.- Además, ni siquiera tenía a ningún familiar en el hospital, solo quería ayudarte y hacerle a tu madre más fácil poder descansar e ir a casa, porque en algún momento de mi vida yo también he pasado por eso y Lara sola no podría con todo. Por eso lo hice y me alegro, ya que descubrí ha una persona en ti totalmente diferente a la que conocí en este instituto.- Terminó de decir sin pausa alguna quedándome sin palabras, simplemente con ganas de abrazarla y no soltarla nunca. Y justo antes de que tocara la campana para volver a las clases Danna me volvió a sorprender sacando un bastón blanco de su mochila que tanto necesitaba. Esta chica es impredecible.
Pasaron las horas tan rápido que ni cuenta me di que ya había llegado la hora de volver a casa y contarle a mi madre cada una de las cosas que me han pasado en esta mañana y disfrutar de la tarde junto a ella como los últimos días, al menos esto esta sirviendo para reforzar aun más mi relación con Lara.
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Enfrentando la oscuridad
RomanceElena es la chica popular de su instituto la cual no nos gustaría cruzarnos en su camino. ¿Nunca os habéis encontrado con la típica persona que os humilla y os hace la vida imposible? Pues así es ella. Vive con su madre desde que era pequeña al divo...