Enfrentando la oscuridad

Capítulo 25

No quise darle importancia a lo que dijo Danna, pero no estoy de acuerdo con ella en absoluto, es una ridiculez. Además lo único que sé de él es su nombre, y no quiero saber nada más, y mucho menos comportándose así y tratándose de un hombre.

La clase de matemáticas se me pasó bastante rápida para lo que me llego a aburrir en clase, pero como mi cabeza estaba en otra cosa era normal.

Antes de que llegara la profesora de filosofía oí desde la puerta que me llamaban, decía que tenía que presentarme en dirección que me estaba esperando el director para hablar conmigo, me resulto algo raro ya que no había hecho nada malo ni fuera de las normal del instituto. Al menos me libraba de algo de filosofía que me resultaba de las asignaturas más absurdas.

Tardé en llegar aunque fuí más despacio de lo normal para perder más tiempo de lo que debiera. Una vez me decidí toqué la puerta con sutileza dándome por el otro lado permiso para pasar, el director me ofreció asiento y algo de agua. Para así soltarme toda la tralla.

- Señorita Elena, no quisiera ir con muchos preámbulos, pero llevo pensando varios días que hacer con usted, y consultando...- empezó a decir hasta que lo paré por mi asombro.

- ¿¡Como!? ¿Que es eso de que no sabe que hacer conmigo? Que yo sepa no estoy dando ningún problema y estoy asistiendo a clases como me dijo.- le solté muy enfadada ya que esto no tenía ningún sentido.

- Perdone, pero me refiero a que su situación en el centro es muy difícil sobrellevarla y no tiene las mismas facilidades que los demás alumnos, incluso, para usted no es nada bueno no llevar bien cada asignatura ya que este es su último año.- terminó de decir lo que intentó anteriormente y como yo no daba crédito quedándome en blanco continuó hablando.- Elena, sinceramente, sabe que no podrá aprobarlo todo así y tendremos una inspección en breves y no nos vendría nada bien que se percataran de que no estamos preparados para su discapacidad. Así que me he tomado la libertad de comentar su caso en un instituto adaptado para distintas discapacidades donde le enseñaran entre otras cosas el braille.- habiendo dicho todo eso, el director esperó a que yo reaccionara, bebí agua mientras pensaba que decir, como reaccionar, pero por desgracia sabía que llevaba razón.

- Aunque me disguste la idea, deme los papeles para que lo hable con mi madre y mañana le comunico mi decisión.- dije a la vez que tendía la mano para que me diera los papeles y largarme de alli.

Me sentía abatida en ese momento, sin ganas de ver a nadie, todo se me torcía y no se como afrontar un nuevo instituto y aprender un nuevo vocabulario. Estaba dispuesta a aprenderlo, pero poco a poco y sin obligación, pero ahora por mis narices tengo que aprender a escribir y leer braille a pocos meses de mi graduación y selectividad, cosa que sinceramente, ahora lo veía lejos de conseguir.

Pensé en llamar a mi madre para que me viniera a recoger pero aun no había asumido la nueva noticia y no quería ponerme a llorar como una magdalena delante de Lara dándole razones para utilizar la típica frase de: Te lo dije. Lo mejor que se me ocurrió fue sentarme en el césped de un parque que estaba justamente en frente del instituto para colocarme mis cascos que me evadían del mundo, aunque ahora mismo lo que debería de hacer sería pensar que decir y hacer lo antes posible para no perder ni un minuto más, pero me costaba afrontarlo tan deprisa.

Perdí la cuenta de las horas que estuve tumbada que incluso casi me quedo dormida, ya no me apetecía seguir hundiéndome en mi soledad, tenía que actuar y creo haber dado con la solución así que me puse en pie lo más rápido que pude sacando mi móvil para que al fin me viniera a recoger y soltarle todo el marrón que me tocaba vivir a partir de ahora a mi madre.

Durante todo el camino a casa no pronuncie ni una sola sílaba no hasta que estuvieramos en casa tranquilamente. Una vez entramos en casa ya fui interrogada lo cual me parecio raro que no ocurriera nada más subir al coche, pero lo agradecí pudiendo soltar toda la conversación con el director a mi madre la que sabía que esto tarde o temprano sucedería. Le entregé los papeles que me dieron para que ella que sabía de esas cosas los examinara con detenimiento y decidiera lo que era mas adecuado para estos casos, pero por lo visto como ya lo veía venir ya había conseguido algo por ahí.

- Hija mía, te doy a elegir entre dos opciones que serán más o menos las mismas solo que con una tendrás más facilidad que con la otra.- dijo tranquilamente mientras que nos sentábamos en el sofá.- Una de ellas es el centro que te a proporcionado tu instituto que puedo decir que no está nada mal, y la otra es como ya hablamos, un profesor que venga a casa para ayudarte y que claro está te dedicará mas atención que en el otro sitio. Yo dejo que te lo pienses esta tarde para comunicarlo y que mañana mismo empieces a retomar las clases.- me comentó mientras la escuchaba con interés.

- Vale mamá, lo pensaré relajada y te comunico lo que sea.- dije levantándome para irme a mi habitación para empezar a ello y tenerlo decidido cuanto antes.