Capítulo 7

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No me puedo creer que no me diera cuenta de que era ella nada mas entrar en el gimnasio. Pero se ha camuflado tan bien y yo ya estaba tan cansada de ver a chicas girando, que me puedo justificar. Pero aunque por desgracia le haya hecho un favor al votarla, la seguiré fastidiando todo lo que me sea posible.

- Anda pardilla, parece ser que te has convertido en un camaleón. Aprendiste a camuflarte perfectamente.- Le solté para disimular mi asombro. -  No te pienses que por que ahora seas animadora te ira mejor, ya que te tendré más cerca observando cada uno de tus pasos. No te pases de lista Danna, puedes salir perdiendo, no olvides que soy muy popular en este instituto.- dije con aires triunfantes.

- Lo que tu digas, pero muchas gracias de todas maneras. Sé que me has votado y eso quedará en tu conciencia.- se dio media vuelta sonriendo y dejándome tirada en la mitad del pasillo.

Lo siguiente que le haré a esa niñata será dejarla como suplente y que no baile en ningún partido, eso me queda muy claro. Incluso puede que tengan que sustituirla a ella si sigue retándome de esa manera.

Una vez terminan las clases voy hacia mi coche y desde lejos llego a ver una silueta de alguien apoyado en mi coche. A la vez que me voy acercando, voy reconociendo ese cuerpo que parece que va cogiendo color. Pablo.

Lo recibo con una gran sonrisa al igual que él a mi, junto con una mirada de pies a cabeza centrándose en mis largas piernas, hasta ir subiendo hacia mis pechos finalizando con mis ojos. Al final mi deseo de que me viera con este vestido se ha hecho realidad.

- Que sorpresa verte por aquí después de que hoy no te has dignado a aparecer por clase.- le reproche con los brazos cruzados apoyados en mis pechos para realzarlos mas.

- Resulta que me ha surgido un inconveniente y no me he podido venir. Pero he conseguido darme una escapada para venir a verte y hacerte una propuesta.- se hizo el interesante con una pequeña sonrisa.

- Eso ya me va gustando más. Pero claro, aceptare siempre y cuando me digas esa propuesta tuya- Me hice la difícil aunque la idea me estaba gustando, demasiado diría yo.

- Tú déjate sorprender y creeme que te gustará. ¿Vamos en tu coche o en el mio?- pregunto impaciente esperando ver mi reacción.

- Pues ya que por curiosidad tengo que acceder, iremos en mi coche y que conste que conduzco yo.- le advertí entrando ya en mi coche.

Se acomodó en el asiento del copiloto haciéndome sentir algo incomoda ya que no he montado a ningún chico para ir tranquilamente a ningun sitio, solo para pasarlo bien, y mucho menos ir a un lugar que no sabía su paradero.

No hablamos de nada en el trayecto, él solo me guiaba en la dirección hacia sus planes, lo cual no era normal en mi por que la que organizo todo a mis gustos y conveniencias soy yo, parece ser que hoy sería el día de las excepciones.

De repente no se le ocurre otra cosa que empezar a toquetear cada cosa de mi automóvil, ya me estaba poniendo nerviosa. ¿No lo tendré que tirar del coche en marcha?

Parecía que iba ya a acabar de inspeccionar cuando abrió la guantera y sacó

el papel que guarde esta mañana, del cual ya me había olvidado que estaba ahí. Se dispuso a leerlo y su cara cambio al instante.

- ¿Tan malo es lo que venden en el folleto?- dije algo remolona.

- Por lo que veo no lo has leído, sino no te reirías tanto me parece a mi.- dijo con un tono bastante sombrío que me puso los pelos de punta.

- Bueno pues te concedo el honor de leermela.- le dije con algo de curiosidad.

Te estoy vigilando, tú seras mi venganza.

Al escuchar lo que dijo me puse tan nerviosa que di un pequeño volantazo.

Es una amenaza, pero hay tantas personas que se quieren vengar de mi por haberlas dejado tiradas o haberme divertido a su costa que podría ser cualquiera. Ahora que lo pienso, no me asusta tanto la nota por que se de que pie cojea cada uno de mis enemigos y no se atreverían a hacerme nada sabiendo de la familia de la que procedo. Solo lo hacen para asustarme pero no lo conseguirán.

- Tampoco es para tanto "señor me lo tomo todo en serio".- le afirme mirándolo por un segundo y pude ver una sonrisa en su bonita boca. Al menos él también a dejado la preocupación.

- Pues si para ti no significa nada dejamos el tema a un lado, aunque me temo que le habrás hecho daño a muchas personas, no deberías estar tan tranquila.- dijo mientras guardaba la nota y yo me reía por bajo.

- Para empezar lo que yo haya hecho o haga no es de tu incumbencia, además no hay de que preocuparse Pablo, creo que aún no sabes quien es mi madre. Es una gran abogada a la que le enseñaré eso cuando llegue a casa, así que déjate de tonterías y lleguemos ya a lo que según tu me sorprenderá.- le informe para que me dejara tranquila y no darle demasiado juego a este asunto, no quería desaprovechar ni un segundo con este moreno.

Después de una media hora en el coche parecía que ya habíamos llegado a nuestro destino, pero antes de nada me gustaría llamar a mi madre para decirle que llegaré tarde a comer. Así que le aviso a Pablo de la llamada y que en un momento estaré con él. Diciéndole esto me dejo a solas en el auto.

- Hola mamá. ¿Que tal todo?- inicié la llamada.

- Bien hija ultimando algunas cosas. Aun es temprano para comer, ¿pasa algo?.- me preguntó con interés.

- No, tranquila, solo te llamaba para decirte que llegaré tarde a comer, no te preocupes es que me he entretenido con Iris aquí en su casa y parece que va para rato. ¿No te importa comer sola hoy no?- le expliqué rápido para que no hiciera mas preguntas.

- Esta bien cariño, pásalo bien con tu amiga, no te preocupes y quedate el tiempo que necesites con ella. Yo estaré bien. Te quiero- dijo con tono alegre.

Sé que le he mentido pero mi madre no tiene por que enterarse de mis conquistas, ella que piensa que soy una santa que no ha roto un plato. Prefiero que piense que estoy con Iris y mantenga la calma y las preguntas de con quien he estado a parte.

Salgo del coche pudiéndome centrar en esos rizos que descontrolan cada musculo de mi cuerpo, porque esta es una gran oportunidad que no pienso rechazar.

Enfrentando la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora