KakaSaku

Excusas

Terminaba de revisar un chequeo de uno de sus pacientes. Estaba agotada, aquella semana en el hospital había sido ardua y sin descanso... ¿Por qué a todos se les ocurría lastimarse o enfermarse a la vez? Había días en que no llegaba un paciente por horas... Lamentablemente los últimos no eran de aquellos. Cada cinco segundos alguien nuevo llegaba quejándose de algo, ya estaba fatigada, necesitaba sentarse, los pies le estaban matando.
Amaba su trabajo, amaba ser la directora del hospital de Konoha, amaba ser útil y ayudar a quién la necesitara, pero su energía también tenía límites.

— Sakura-san — Entró Shizune a su oficina — una vez revisado este informe ya puede ir a descansar, yo me encargaré del resto

— ¿Estás segura?

— Las bolsas bajo tus ojos me dicen que necesitas un descanso, además ya quedan pocos pacientes, nosotros nos encargaremos de esto

Suspiró — gracias

Recibió el último informe antes de volver a su casa y dormir como no lo había hecho en días.
Suspiró agotada mientras refregaba sus ojos con su mano, bostezó por última vez antes de comenzar a leer.
No llevaba ni siquiera una hoja cuando tocaron la puerta con desesperación.

— Adelante — dijo cansada

La puerta se abrió rápidamente, dejando entrar a un peliplateado quejándose y afirmando su hombro.

Rio ante el rostro exagerado de su ex sensei.

— ¿Qué le paso ahora, Hokage-sama?

— Creo que me disloqué el hombro — dijo con sufrimiento

Se levantó de su silla y se sentó sobre su escritorio, mirándolo divertida.

— Es la tercera vez en un mes... ¿No cree que es suficiente?

— Soy delicado

— Si lo noté, ayer ¿Qué fue? — Sonrió — ¡Oh, cierto! El tobillo... hace dos días la rodilla, una semana atrás el hombro nuevamente, el día anterior vino por un dolor de estómago... ya estoy comenzando a creer que son solo excusas para venir a verme

— No te burles, Sakura-chan, esto es grave

— O son excusas o realmente se está poniendo viejo

— Ninguna de las dos, por favor ¡atiéndeme antes que muera!

Rodó los ojos mientras sonreía y le señaló una silla frente a él para que se sentara.

— Mi turno terminó hace una hora, no debería estar haciendo esto

— Soy el Hokage — sonrió bajo la máscara — puedo tener lo que quiera

— ¿Incluso un hombro más dislocado aún si no se deja de payasadas? — dijo ejerciendo presión en su brazo

— A veces eres escalofriante...

El procedimiento ya lo conocía, durante el último mes Kakashi se había aparecido muy seguido por el hospital, específicamente buscando a su médico personal.
¿Cómo era posible que el hombre más fuerte y astuto de Konoha se estuviera volviendo tan débil?
Y eso no era lo peor que pensaba la gente, lo peor era lo que sabía Sakura... cada vez que revisaba a su ex sensei, milagrosamente no tenía nada... excusas baratas para aparecerse en su oficina.

Comenzó revisando su hombro... como lo supuso... nada.
Rodó los ojos ante la supuesta sorpresa, esta vez no se la dejaría tan fácil.

— Oh diablos Kakashi, esto es peor de lo que pensaba

— ¿Qué me pasa? — dijo asustado

— ¿Cómo fue que te dislocaste?

— Entrenando — dijo con seguridad

— Me temo que esta vez no tienes arreglo

— ¿Qué? — tragó saliva con pesar

— Tendremos que amputarte el brazo... — dijo seria

El rostro de Kakashi se puso pálido en un segundo y sus ojos se abrieron como dos grandes platos.

— Esto es una broma... — se levantó de su lugar para quedar frente a Sakura

— ¿Cómo va a ser una broma? Acabo de revisarlo, debió ser un arduo entrenamiento para tener los huesos así de lastimados

— ¡Pero si no he entrenado nada! — Se cubrió la boca de sorpresa ante su declaración

— ¿O sea que me mintió? — se cruzó de brazos

Suspiró — Si...

Comenzó a reír — Pues yo también le mentí, su brazo no tiene nada... ¿Ahora me responderá el por qué inventa dolores y enfermedades para aparecerse por aquí?

— Eres cruel... astutamente cruel...

— ¡Responda!

— ¡Para verte! — le gritó en el rostro, cubriéndose una vez más la boca por no medir sus palabras antes de decirlas.