KakaSaku

Siempre Ino

Se quejaba a regañadientes. Por que ella no podía tener razón. Y aunque la tuviera, nunca iba a dársela. 

— Te lo digo, estás siendo muy evidente.

No. No lo era, por que Ino no tenía razón.

— Aceptaste trabajar con él en la oficina siendo que a penas tienes tiempo en el hospital. Te quedas hasta altas horas de la noche sabiendo que te quedan pocas horas de sueño. ¡Le  preparas hasta el almuerzo!

— Por que si no lo hago, puede estar todo el día sin comer. Eso es preocupación

— No, eso es que te gusta y no lo puedes negar

— Si lo puedo negar. No me gusta, solo somos buenos amigos

— Amigos ya quisieras — rodó los ojos con molestia por la terquedad de la pelirrosa — Frentona si no te apresuras, alguien más se lo va a llevar

— Me vale. Nadie querría hacerse cargo de un vejestorio vago y pervertido

— ¿Segura? Por que muy vejestorio no se ve. Admítelo Sakura. Es es hokage, parece sacado de una revista pornográfica, es guapo, amable y aunque solo se le ven los ojos, irradia más sensualidad que cualquiera de nuestra generación

Ya. Quizás Ino podía tener un poquito de razón.

— Bueno, puede ser todo eso, pero no me gusta

— Si te gusta

— No. Y te lo voy a demostrar

Se levantó molesta de su silla y comenzó a dar grandes zancadas lejos de allí.

— ¡¿A dónde vas?! — gritó la rubia, aun viéndola desde lejos

— ¡A demostrarte que te equivocas!

Sus pasos agigantados se hacían resonar en todo el edificio, y su aura asesina mantenía el silencio en los corredores.
De un golpe abrió la puerta de la oficina.

— Sakura-chan — sonrió — hoy es tu día libre en la oficina ¿Qué haces aquí?

Su penetrante y perturbadora mirada color jade le hizo sentir un escalofrío que recorrió su espalda. Se levantó de su silla con las manos levantadas en son de paz.

— Perdón. Si te hice algo, perdóname, en serio

Caminó hacia él, más molesta de lo que esperaba, posicionándose justo en frente.

Kakashi cerró los ojos asustado.

Sakura lo tomó del cuello de la chaqueta jounin y lo besó.

Kakashi abrió los ojos sorprendido.

Sakura lo empujó y lo abofeteó.

Y salió del lugar con un aura aún más siniestra de la que había entrado.

(...)

Llevaba quizás dos o tres horas tumbada en el sofá mirando el techo. Y sabía por qué. Y odiaba a Ino por eso.
Pero el sonido de la puerta la sacó de su ensoñación. 

— Ino, vete. No estoy de humor

Insistían.

Se levantó molesta, abriendo de un golpe.

— Ya te dije que

— ¿Que no estás de humor? Se te nota. ¿Por qué me besaste?

Lo miró sorprendida y trató de cerrar la puerta dejándolo afuera. Pero él era más veloz, y entró en el departamento antes de que ella lo notara. Aún así le daba la espalda... Para que Kakashi no notara lo roja que se había puesto.

— Ino

— Ino no me besó. Fuiste tú. ¿Por qué me golpeaste?

— Por Ino

—¿Que tiene que ver?

— Fue una apuesta

— ¿Apostaste que me besarías?

— No

— ¿Entonces?

— ¡Le dije que se equivocaba!

— ¿En qué?

— En que me gustabas — se mordió el labio

— ¿Y?

— Perdí.