KakaSaku

Sakura es una pésima fontanera

Las bolsas bajo sus ojos reflejaban la ardua jornada en el hospital luego de haberse declarado cuarentena general en toda la aldea, tenía aún una hora para volver a su casa antes del toque de queda. Apuró su trabajo, pues hace más de una semana que no ponía un pie en ese viejo apartamento. Su mente divagaba entre los informes que faltaban por terminar y el delicioso baño que tomaría una vez que saliera de allí.

Casi diez minutos después, cruzaba exhausta por la puerta de salida.

— Sakura-san — se volteó al escuchar su nombre — ¿Vas de salida? Necesitamos la firma del Hokage-sama en estos documentos para mañana temprano. ¿Podrías pasar por su oficina?

El peso sobre sus hombros se hizo aún mayor, pues el descanso que tanto ansiaba, se le estaba haciendo lejano. Más aun por saber que el querido "Hokage-sama" a esa hora nunca estaba en su oficina.

Tomó rumbo en dirección a la casa de Kakashi. Miró su reloj, aún faltaban 40 minutos para el toque de queda.
Aún así prefirió apurar el paso, por que no pensaba pasar su primera noche libre en varios días, durmiendo en la comisaría.

Tocó la puerta, molesta. Por que Sakura no podía sentirse de otra forma luego de gastar sus últimas energías curando pacientes en el hospital. Si, era gratificante saber que ella estaba salvando vidas, pero sumamente agotador tener que pasar días sin dormir, y eso, la ponía de mal humor.

Más aún cuando ese vago intento de Hokage le abría la puerta sonriendo, como si se burlara de ella.

— Ten — estiró su mano con los documentos, presionándolos contra el pecho del peliplata — Los necesitan en el hospital a primera hora, pon tu estúpida firma allí

— Yo sí, estoy bien, gracias por preguntar

— Que te jodan, Kakashi, no estoy de humor

— Nunca lo estás — sonrió bajo la máscara — Pero que suerte tengo de que te aparezcas frente a mí, necesito ayuda

— Olvídalo, tengo treinta minutos para llegar a mi casa y no desperdiciaré uno más aquí, necesito dormir

— Solo te tomará unos segundos, por favor

Rodó los ojos y entró después de él. Caminaron hacia el cuarto de baño, donde Kakashi tenía algo peor que un caos en el piso.

— ¿Qué pasó aquí?

Suspiró — La llave de la bañera se averió, traté de arreglarla, pero mis manos son muy grandes y no puedo tomarla sin romperla. Por favor, Sakura-sama, utilice toda su fuerza bruta con sus pequeñas y delicadas manos para que este humilde servidor pueda tomar un baño caliente

— ¿Tengo cara de fontanero? Kakashi jamás he arreglado algo así

— Siempre hay una primera vez — Se encogió de hombros

Y no. La fuerza bruta no era la solución. Menos cuando Sakura estaba de mal humor. Por que la consecuencia podía ser una perforación en la pared y un baño inundado.

— ¡Te lo dije! — Le arrojó la llave rota

— Como fontanera no tienes futuro

Miró su reloj — ¡Mierda! Kakashi si me toma la policía espero te sientas responsable y pongas una ley para hacerlos desaparecer, por que tengo cinco minutos para llegar a mi casa

— Entonces quédate aquí — dijo desinteresado

— ¿Estas loco? Lo único que quería era tomar un baño e irme a la cama, y aquí ni siquiera podré hacer lo primero

— Tu culpa. Además tampoco podrías hacer lo segundo por que el agua se esta colando a mi habitación

— ¿¡Mi culpa!? ¡Es tu culpa por nunca estar en esa maldita oficina!