KakaSaku

Hokage

— ¿Dónde está? — pregunto nervioso

— Aún no vuelve de su misión, debería estar por llegar

— Salió hace un mes...

Se encogió de hombros — se paciente, era una misión de rango S

— Lo sé, pero nunca había tardado tanto...

— Kakashi-sempai, ella no se lo perdería, te aseguro que ya llegará

— Eso espero... es un día importante para mí y quería tenerla a mi lado...

— Sakura-san ya volverá...

En unas horas más se presentaría frente al pueblo al sexto Hokage, estaba nervioso, y la necesitaba a ella para calmarlo.
Haruno Sakura se había vuelto en su contenedor, con ella se sentía capaz de todo, incluso dar frente a su nombramiento.
Salió hace un mes, 30 días sin verla, sin sentirla, sin escucharla... La angustia lo estaba matando, nunca había estado separado de ella por tanto tiempo, claro, desde que habían decidido intentar una relación... Desde ese "intentar" ya habían pasado largos ocho meses.

Daba vueltas y vueltas por la oficina del Hokage, miraba hacia la nada, su pulso se aceleraba y las manos le sudaban. No quería y no podía enfrentar todo ese peso, tanta responsabilidad, todo un pueblo a sus órdenes, todos confiaban en él, pero sabía que no podía afrontar todo eso solo, necesitaba a su pelirrosa a su lado apoyándolo.

Se sentó, tomó su libro Icha-Icha pero no leía, solo ojeaba las páginas.
Lo cerró de golpe y echó la cabeza para atrás.
La puerta de la oficina se abrió, dejando ver a un agitado Gai.

— Kakashi, mi eterno rival, el último grupo de misión acaba de cruzar las puertas de Konoha, ya están todos aquí

Se levantó de golpe — ¿Todos?

— Sí — sonrió — todos

Trató de disimular esa gran sonrisa que se marcaba bajo su máscara.
Salió de la oficina en dirección al lugar donde sería nombrado Hokage. Respiró una y mil veces, desde un rincón intentaba divisarla entre la multitud. ¿Cómo se le hacía tan difícil encontrar a la única pelirrosa de Konoha? Esperaba verla en primera fila, allí, animándolo, pero nada, no daba con su paradero...

¡¿Y si le pasó algo durante la misión y no volvió?!

Comenzó a preocuparse más de la cuenta, se puso pálido, no sabía si era por el nerviosismo de convertirse en Hokage o por no saber dónde estaba su Sakura.

— Kakashi — llamó Tsunade — ya está listo, ven aquí

Suspiró rendido — está...

Sintió como tras él apretaban su mano

— Lamento la tardanza, aquí estoy

Se volteó y vio como dos ojos esmeraldas lo miraban con un brillo especial, con calidez, con dulzura...

— ¿Creíste que me perdería el nombramiento de mi hombre? — sonrió

— No sabes cuánto te necesitaba en estos momentos

La abrazó y depositó un suave beso en sus labios, para luego voltearse y proceder a la ceremonia.