Sabía que no era normal ver a la pelirrosa actuar de esa manera. Ella solía ser impulsiva, pero jamás agachaba la mirada frente a alguien, menos frente a él.
Cuando la vio marcharse desde los campos de entrenamiento, supo que algo andaba mal, y no iba a descansar hasta saber que sería.
— ¿Sensei? — irrumpió el rubio tras él
— hmpn... ¿Vamos por algo de... sake? — dijo aún sin voltearse, esperando que la frágil silueta de su alumna volviera a aparecer
Haruno Sakura hacía bien el honor a su nombre. Era delicada como una flor, dulce, femenina, irradiando calor y luz a su alrededor. Pero al mismo tiempo era fuerte, tenía determinación para crecer y alcanzar el cielo, era imponente y daba seguridad a quienes la conocían.
Sabía que algo andaba mal, cuando llegaba el otoño y ese hermoso cerezo quedaba vulnerable al frío.
Desde que la conoció, tan débil e infantil supo que debía protegerla, con todas sus fuerzas, pero al mismo tiempo, la impulsaría para que caminase junto a sus compañeros de equipo. Su propósito era regar cada día esa flor para que creciera fuerte y hermosa.No se dio cuenta en que momento la dulce kunoichi se volvió una determinada mujer. Estaba orgulloso de ella. Siempre sería su alumna preferida.
Pero eso era, su alumna, y nunca pudo mirarla con otros ojos. O nunca quiso mirarla con otros ojos... Con los que ella lo miraba a él.
Luego de dejar a Naruto en manos de su esposa, sabía que volver a su casa sería algo tedioso, tenía tantas cosas en que pensar...
Sus pies lo llevaron hasta el principio, y allí la vio, como siempre imponente, decidida, llena de energía.
Sabía que ella era la causa de su angustia cuando la vio y sintió como todo se calmaba dentro de él.
Y no podía quitarle los ojos de encima. Estaba embobado viendo como su pequeña alumna se había vuelto una hermosa mujer. Se convencía a si mismo que era orgullo, similar al de un padre viendo a su hijo, pero dentro de él, sabía que no era así, que era mucho más, que Sakura jamás podría verla como una hija.No se dio cuenta cuando la kunoichi cayó rendida frente a un árbol, como si toda su fuerza vital se hubiera apagado.
Se acercó con cautela de no molestarla, se agachó suavemente, y no pudo evitar sentir un nudo en el estómago al ver sus ojos rojos e hinchados, sus manos heridas, su ropa sucia y magullada.
Suspiró suavemente mientras acariciaba su cabello.— En qué momento creciste... Sakura — sonrió con nostalgia mientras la cargaba en sus fuertes brazos.
Envuelto en una nube de humo apareció en su departamento. Sería una intromisión volver al de ella, además debía curar sus heridas, y prefería observarla por un rato más.
Limpió con delicadeza sus heridas, cuidando de no despertarla, vendó sus manos y la arropó con dulzura.
Ya no quería quitar su mirada de ella, la volvió a ver tan delicada, tan frágil, como si el tiempo hubiera retrocedido diez años.Pero para él, era su alumna favorita, nada más que su alumna.
Se encontraba limpiando la sala de estar cuando la sintió despertar. La vio salir con rapidez de la habitación y caminar hacia la puerta.
— Al fin despiertas — sonrió, pero ella ni se inmutó en dar la vuelta
La notó tensa e incómoda, mientras su áspera voz le respondía.
— ¿Qué hago acá?
Sintió una puntada en el pecho. Esa no era la dulce Sakura que vio dormir hace un rato. Se escuchaba fría... pero más que eso... se escuchaba dolida.
— Te vi dormida en los campos de entrenamiento — Claro, no le diría que estuvo observándola toda la noche... Debía simular bien — ¿Estabas borracha?
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KakaSaku
Fiksi PenggemarColección de Drabbles, Oneshots o lo que se me ocurra. Temas variados y sin conexión, solo ideas sueltas que he escrito. La mayoría los he publicados en FanFiction (https://www.fanfiction.net/~mimipurity)