CAPITULO 1

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Con mis maletas a mis manos y mis lágrimas corriendo por mis mejillas note como mi único hogar, el lugar donde crecí todos mis 17 años en el mundo, se derrumbaba en mis ojos, el orfanato "Las hermanas iglesias" iba a ser derrumbado porque la estructura de la construcción se estaba derrumbando y tenían que tumbarla a menos que pagásemos los gastos necesario para repararlo, pero como no teníamos y tenían las hermanas ese dinero de gran cantidad para hacerlo, unos empresarios iban a tomar el lugar para solo crear un estorbo de centro comercial.

El barro en mis zapatos sucios y viejos se hacían presentes, iba a extrañar este lugar que a pesar de el horrible olor a moho por la humedad y a las rasgadas paredes sin color, lo extrañaría como nunca porque era el único lugar donde crecí en mis 16 años, porque como han de saber me han entregado con 1 año de edad a las hermanas iglesias el mismo día de mi cumpleaños. Un 8 de Septiembre.

[*...]

Me monte en el auto donde me llevarían a mi nuevo hogar o algo parecido, las hermanas me dijeron que el conductor me iba a llevar a unos padres adoptivos que habían firmado un trato con ellas. Las gotas de la lluvia corría por las ventanas haciéndome deprimir aun mas el día ¿que iba a ser de mi vida? No me gusta la idea de las adopciones porque como es de esperar ellos no son tus padres y no te amaran con a un hijo... o eso es lo que pienso.


Horas después de un largo viaje llegamos a un tipo museo o algo parecido ¿acá estaban mis adoptivos? Mire el conductor y me mira pícaro—acá están mis adoptivos—le pregunte y el río a carcajadas, era raro este hombre, me baje y con mis maletines me dirigí hacia la entrada del lugar, una señora me ayudo y me guío hacia un inmenso salón donde solo vi una silla en el suelo frío y blanco de porcelana, las paredes igualmente blancas y sin ninguna mancha en ellas.


Una gran cortina a mis ojos de color vino tinto me dejo abobada por su grandeza, las señoras que me acompañaron se acercaron a mis sonrientes—ya vienen así que ni se te ocurra irte e pararte de esta silla—me dijo una de ellas y asentí lentamente ¿por que tanto secreto? Pensé y eche un pequeño brinco de susto al escuchar la inmensa cortina abrirse, mi ceño fruncido y mi mente repitiendo la misma pregunta ¿que hacen esas personas aquí? ¿que es todo esto?, habían mucho mas de 20 sillas con personas mirando hacia mi y note que en la parte que yo estaba, solo era la mitad del salón. Era mas inmenso aun, habían solo hombres sentados en esas acogedoras sillas de madera y con carteles en sus manos me inspeccionaban lentamente y mis nervios aumentaron haciéndome sudar.


Un señor gordo y barbudo encamino a mi lado con un micrófono en sus manos—buenas tardes y gracias por su asistencia a esta noche de subasta, esta noche tenemos algo hermoso, algo esplendido...—dijo y esta vez ni el corazón sentía palpitar ¿donde demonios estas Annie? ¿en donde me han metido?

[*...]

—Bueno, ¿quien empieza y con cuanto?—dijo el hombre asqueroso a mi lado y mis ojos ardían, no llores Annie, no lo hagas—100 dolares—grito un hombre rápidamente y mi cara de espanto comenzó ¿100 dolares? ¿enserio esto no era una broma? ¿estaba siendo subastada? Increíblemente no se como pudieron las hermanas hacerme esto a mi. Las lágrimas no me salían, solo mis ojos ardían y mis puños apretados me delataban, estaba echa furia y no lo podía controlar. ¿acaso mi vida no puede dejar de ser miserable por una vez en ella? Las apuestas subieron y subieron, todos daban de su dinero y subían los carteles con tal cantidad en ellos, por ahora iban en unos 1430 dolares ¿que veían en mi? No lo quería saber, solo quería irme de este lugar y que solo me digan que se equivocaron de lugar y que no era yo quien debería de estar sentada aquí, la puerta del final se abrió demostrando a otro hombre entrar, estupendo, uno mas para la lista. La apuesta iba a 2204 dolares, mis nervios subieron mas del limite ¿cuando me dirán que todo esto es una farsa? ¿cuando?—muy bien, quien da 3000 dolares? ¿quien? 2204 a la una, 2204 a las dos ¿quien da mas?—seguía diciendo el hombre—50.000 dolares—se escucho decir en el fondo y mi mirada busco entre ellos, el dueño de esa gran cantidad para partirle los testículos.  




Autora: @FabiolaCamejo ♥ ♥

SUBASTADA. (ZAYN MALIK) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora