CAPITULO 2

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 El subastador se quedo en silencio al igual que los apostadores se quedaron mirando a su dirección ayudándome a identificarlo, era un hombre alto... muy alto y con piel blanca dejándome sin habla, sus ojos eran mieles con barba sobresaliente y una sonrisa impecable, venía con un esmoquin negro y una corbata roja colgando de su cuello—vendida en 50000 dolares—hablo por fin el hombre viejo por el micrófono y mis ojos ardieron mas de lo normal—lo vales muchacha—dijo mirándome sádicamente dándome ganas de vomitar. Todos se levantaron y se fueron retirando poco a poco dejando el lugar vacío, el hombre apuesto le entrego un cheque al subastador y se acomodo su corbata al verme, se volteo y camino sin decirme nada. Me levante confundida y le seguí el paso al hombre misterioso de la gran cantidad aun no decidida si ir o quedarme para luego escapar.

[*...]

Llegamos al estacionamiento y mis ganas de dejarlo castrado en el suelo eran grandes, llegamos al fin y se monto en un lujoso auto que parecía sacado de la empresa hace unos minutos, retrocedió el auto y bajo la ventanilla—acaso no piensa subir—dijo arrogante y refunfuñando me monte en la parte de atrás—delante, yo no soy tu chofer—dijo haciéndome apretar mas los dientes, me baje y me monte en el puesto del copiloto, me cruce de brazos y el arranco saliendo del lugar.
Largo tiempo después se estaciono en una inmensa casa blanca, bajo la ventanilla y el apretó el botón rojo de un radio que estaba a su lado—abre—hablo y en menos de un minuto el gran portón se abrió rápidamente dándole el paso. No quise demostrarlo pero estaba boquiabierta mentalmente al ver la mansión donde este hombre vivía ¿acaso era un traficante de drogas?, abrí la puerta y me baje lentamente de la lujosa camioneta negra hasta darme cuenta de que no traía mis maletas—están en la maletera—dijo aquel hombre adivinando mis pensamientos, el sabía que iba a ganar la apuesta...

[*...]

Una señora que al parecer era parte de el grupo de limpiezas, me ayudo con las maletas y me dirigió hacia la que al parecer era mi habitación. Solo tenía una cama para dos personas, una mesa de noche y una lampara en ella, una ventana del tamaño de una pared y un closet de madera ocupando la mitad de la otra pared frente a la cama. Las paredes y la porcelana eran blancas dándole vacío al lugar—acá dormirás, mete tu ropa al closet y no salgas hasta que te llame—dijo nerviosa la señora y yo fruncí el ceño—oiga, ¿por que tan nerviosa?—le pregunte amablemente y ella se limpio la frente—no puedo hablar—respondió para luego irse rápidamente dejándome confundida.
Acomode mis cosas en su lugar y me senté en el no muy suave colchón y suspire pesadamente mientras pensaba "¿Y ahora que?" para luego reventar en sollozos, hundí mi cabeza a la almohada mientras la mojaba con mis lágrimas imparables, mi vida era realmente un asco y no había remedio a eso. Nadie me queria realmente en este mundo y eso que pensaba que las hermanas iglesias eran la excepción a eso pero no, no lo eran. ¡POR DIOS, ME HAN VENDIDO! Y eso que son hermanas quienes creen en Dios y todo eso...
Minutos después me quede viendo el techo olvidándome por un momento todo aquello que me hacia daño, vivir me hacia daño realmente pero tampoco quería morir. Después de unos minutos escuche que tocaron la puerta—pasa—dije no muy acostumbrada a eso,era la misma mujer de ahora y ahora venia mas asustada que antes—es hora de bajar, apurate—hablo y salio como un robot, que extraño es todo esto. Me levante y seguí a la extraña y muy nerviosa mujer de limpieza, me podía llegar a perder en esta casa porque para decir verdad era exageradamente grande y todos sus lados eran iguales haciéndome confundir, me guío a la cocina donde estaban platos servidos en un largo comedor haciéndome sentar en una de las muchas sillas que estaban allí.
Me coloco la cena lo cual desconocí, tenia mucha hambre y ver comida era desesperante, tome una cucharilla y cuando iba a tomar un poco de aquello una mano me detuvo—todavía no señorita, espere a que llegue el señor Malik—la mujer me coloco una manta en mis piernas, ¿por que me colocaba eso allí?  

SUBASTADA. (ZAYN MALIK) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora