CAPITULO 96

1.9K 116 1
                                    


Terminamos de comer, mi estómago estaba que explotaba de lo lleno—vaya—dije algo abobada y Zayn rió, debo admitir que ésta actitud en él me causaba escalofríos. El hecho de que estuviese tan cercano a mi, se ría conmigo y me invite a comer en su habitación sin incomodidad, sin balancearse sobre mí y sin pelear, me aterrorizaba. 

¿Acaso yo tenía que estar advertida?

—Entonces, ¿Ya has terminado con los Robbinson?—preguntó limpiando su boca con una servilleta, negué—no, me faltan sólo unos detalles y al final, terminar de ordenarlos—confesé, el hecho de ver como me miraba fijamente, también me causaba escalofríos, me confundía su manera de mirarme, no sabía si era amor o deseo.

Y mi mirada a él, ¿cómo se reflejaba? ¿El se preguntaría lo mismo?—Bueno, sabes muy bien que yo siempre tomo una siesta después de comer... Si quieres te acuestas también. No sé—ya su voz tomaba otro tono y mi piel se erizo, me coloqué de pie y acomode mi atuendo—yo mejor me voy—sonreí de lado y Zayn tomo mi mano antes de poder retirarme, me halo lentamente, como un sirena a un humano abobado por su canto, aproximándome a él sin dejar de mirarme a los ojos.


Mi cuerpo quedó pegado con el suyo y sin preguntar, me beso en el cuello, mi cuerpo se tensó—¿No ibas a tomar una siesta?—pregunté y trague saliva, mi garganta estaba reseca, demasiado que llegó a ser doloroso—eso puede esperar—le escuché decir y suspiro para bajar la tensión, algo imposible.

Zayn comenzó hacer chupones por todo mi cuello y parte de mis clavículas, algo nada relajante. El dolor ahí era infernal, Zayn parecía un vampiro, ya no era una sirena—reí por aquello—si no, un hambriento vampiro. Siguió en lo suyo pero ésta vez por todo mi cuerpo, literalmente. Tan literal como que rompió y dividió mi camisa en dos partes fácilmente con sus grandes manos. Dejó mordidas en otras partes cómo en mi pecho y abdomen. Agh.

Duró tiempo así hasta que volvió a mis labios y beso con calma, pero en esa calma se encontraba encendido el deseo. Se alejó de mi, y me sonrió cínicamente, sabia que iba hacer, sabía que esto era parte de sus típicas manipulaciones pero no lo dejaría pasar, ¿Quería jugar? Pues juguemos.

Cuando vi que finalmente se levanto de la cama y me dio la espalda para dirigirse al baño, me levante en el colchón y corrí hacía él, lo hale tomándolo por sorpresa—me toca a mi señorito—susurré en su oído haciéndolo reír a carcajadas, hermoso, sus manos se posaron en mi cintura y negué cínica—no, tú sólo verás—guiñe mi ojo derecho, lo tumbe sobre el colchón, nuevamente y busque algún objeto de su gaveta que me sirviera, uhm... ¿Que hace con esposas? No quiero saber el porqué... Me aproxime hacía él y le coloqué las esposas—¿listo?—subí una de mis cejas y el se encogió de hombros, divertido y sin dejar de mirarme. Subí una de mis piernas a la cama y lo empuje hacía atrás, acostandolo en el colchón, coloque mi brazos a sus lados para así acercarme a su rostro sin dejarme tocar...

SUBASTADA. (ZAYN MALIK) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora