Cumpliendo la apuesta

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Al día siguiente todos se fueron a trabajar y como era de esperarse a la hora de almuerzo Lo cobro su apuesta.

-Hola -saludó Lo

-Hola -Tyler respondió el saludo

-vamos a almorzar, aun tienes una apuesta que cumplir

***

Tyler y Lo se encontraban almorzando

-sabes es la primera vez que no me alegra almorzar contigo
-sonrió

-sonrió -eres mal perdedor he

-es broma, me alegra almorzar contigo

-igual a mi, es divertido

-por cierto que a ti aún te falta devolverme un favor

-¿que?

-recuerdas nuestro secreto

-pero tu dijiste que no era necesario pagartelo

-tranquila, solo bromeó; se que harías lo mismo por mi

-nunca lo dudes

-oye ¿ya has recorrido la ciudad?

-pues... si la vez que tuvimos que correr por todas las ferreterías para encontrar un fusible cuenta entonces si

-rió -bueno en teoría recorriste casi todo el lugar, pero a toda velocidad

-si, supongo que si -rió

-te gustaría recorrer la ciudad, aun tenemos tiempo

-¿tenemos tiempo para recorrer todo el lugar?

-bueno... te mostraré lo más característico de aquí

-me parece bien ¿vamos?

-vamos

Primero recorren la playa

-supongo que la playa ya la conoces y también sabes que se caracteriza por ser uno de los mejores lugares para los surfistas, pero seguramente hay una historia que no sabes

-¿así? -parándose enfrente de él y dejando de caminar -¿y cuál es?

Siguieron caminando

-recuerdo que desde niño me gustaba surfear y lo mas irónico es que nunca lo había intentado. Mis padres estaban pasando un tiempo difícil pero antes de eso habían hecho las reservaciones así que en lugar de cancelar vinimos y aquí conocí a un amigo, él me enseñó a surfear en las vacaciones

-¿y que paso con tus padres?

-pues recordaron que aunque no siempre estén de acuerdo siempre tendrán algo en común

-siempre querrán lo mejor para ti y que seas feliz -sonriendo

-sonrió -exacto

Los dos continuaron recorriendo la ciudad

-¿recuerdas la semana de prueba?

-si

-¿recuerda que fuiste conmigo de compras?

-si, cuando en lugar de ir a comprar ropa fuimos a comprar cosas para el hotel, lo que por cierto no tiene nada de emocionante -rió

-rió -si exacto, bueno ya que prácticamente estás aquí de vacaciones te enseñaré las mejores tiendas

-¡en serio!

-asintio -y una cosa más crees que necesito un cambio de look

-rió un poco -déjalo en mis manos
Ambos sonrieron y comenzaron a recorrer las tiendas.

Lo comienza a tomar playeras en sus serchas y empieza a ver como se le verían a Tyler, le va pasando las que más le parecen que se le verían bien.
Además de eso comenzó a ver opciones de pantalonetas y pantalones que combinarán.
Tyler salió del vestidor con una pantaloneta camuflajeada que le llegaba justo arriba de las rodillas, una playera blanca y zapatos del mismo color.

Lo negó con la cabeza, se veía un poco militar así que Tyler entró de nuevo al vestidor, cambio la pantaloneta camuflajeada por una verde menta y Lo asintió.

Tyler salió del vestidor con una playera anaranjada con toques blancos un pantalón de lona beige y zapatos tenis anaranjados.

Lo negó, era demasiado anaranjado, cambio el pantalón beige por una pantaloneta azul marino la cual le llegaba justo arriba de la rodilla y zapatos blancos, luego cambió la playera anaranjada por una celeste, ella asintió para ambos atuendos.

Tyler estaba frente al espejo y Lo estaba junto a él, Tyler tenía una playera de cuello en v color negra una camisa blanca de manga tres cuartos abierta, una pantaloneta blanca, sombrero negro con delgadas líneas de blanco y zapatos tenis negros.

Lo se quedo viendo como se le miraba y entonces Tyler se quitó el sombrero y se lo puso a Lo, a ella le gusto como se le veía y le gustó también como se veía Tyler.

El último outfit que Tyler se probó fue una camisa blanca de manga corta, un pantalón beige, zapatos blancos y un sombrero beige con una banda negra.

-te ves increíble

-sonrió -gracias -Lo sonrió -es tu turno

-¿que?

-tu no has comprado nada

-eso no cierto, tengo el sombrero

-rió un poco -eso no cuenta, vamos, te toca probarte la ropa que yo escoja para ti

-de acuerdo

La Surfista Y El Hotel De Los EngañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora