Nada como la verdad

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-descuida puedes hacerlo, sólo debes hacer todo lo que ya hiciste

-de acuerdo -respiró hondo -aquí voy
-Nathan comenzó a tomarle el tiempo 

Reed debía pasar los obstáculos y servir a las tres mesas como lo había hecho antes, solo que esta vez con platos de porcelana y vasos de vidrio del restaurante en lugar de libros. Al principio Reed caminaba nervioso hasta que pensó -es muy importante que lo logres en especial para no romper los platos pero cuando te pones nervioso todo falla así que relájate y todo estará bien, puedo hacerlo.- Siguió caminando pasando por las hojas, las ramas y las piedras sin ningún problema y cuando Nathan comenzó a lanzarle piedras y ramas a los pies el mantuvo en equilibrio, llego a las tres mesas y comenzó a servir sin derramar ni una gota de jugo.

-detuvo el reloj -¡lo lograste! ¡fue increíble! 

-¡sí! ¡lo hice! -abrazó a Nathan y él le correspondió 

Ambos se separaron.

-gracias 

-no fue nada, yo solo te dije que hacer, tú lo lograste 

Reed sonrió y Nathan lo hizo también 

-ahora ¿qué haremos con la comida?
-le preguntó viendo hacia la comida servida en las mesas

-celebrar y disfrutar de tu éxito 

Emma, Finn, Lo, Johnny, Lance y Tyler llegaron a la playa para reunirse con Nathan y Reed.

-wow -dijo Emma

-es increíble -siguió Johnny 

-lo hiciste grandioso -lo felicitó Lance 

-te felicito -continuó Tyler

-gracias, en serio 

-me alegra que lo hayas logrado -le dijo Finn 

-gracias pero no fue fácil, sino hubiera sido por Nathan me habría dado por vencido -volteó a ver a Nathan con una sonrisa y él correspondió  

Todos se sentaron a la mesa, cenaron y pasaron un tiempo juntos. Después de cenar y conversar decidieron surfear y practicar para el concurso.   

***

Nathan regresó al hotel y se encontró con sus padre en su habitación.

-¿papá? -preguntó extrañado cerrando la puerta detrás de él

-hola hijo -se levanto del sofá
-¿dónde estabas?

-estaba en la playa

-de casualidad tiene algo que ver con haber renunciado a tu empleo en el restaurante -preguntó serio cruzándose de brazos

-y-yo puedo explicártelo

-levantó la mano izquierda -no tienes por qué, ya lo se todo -bajo los brazos

-oye entiendo que estés molesto y se que debí habértelo dicho antes de hacerlo 

-¿molesto? -sonrió -para nada. No necesitas decírmelo, me alegra que puedas tomar tus propias decisiones aunque eso implique sacrificarte de alguna forma 

-sonrió -gracias 

-ahora solo quisiera saber por qué lo hiciste 

-te contare desde el principio

Nathan le contó a su padre todo lo que había pasado desde que Reed inventó el videojuego.

-para que Reed pudiera quedarse renunciaste para que tomara tu empleo 

La Surfista Y El Hotel De Los EngañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora