• 22 : Suegros •

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Esa sensación tan incomoda e inquietante rondaba por todo el cuerpo del omega. No sabía que hacer o pensar, Tal vez se debía al hecho de haber visto en aquel estado unos dias atrás a MinSeok, el que lo había llevado a recordar, que hace casi un año el también estuvo en las mismas condiciones. Pensó que lo había superado por completo... o eso creía, porque a pesar de que no lo recordara día a día, ese recuerdo se encontraba latente en su memoria.

Odiaba tanto que por ese motivo no disfrutaba de la pequeñas caricias que el alfa le proporcionaba en sus manos y rostro.

El omega se encontraba a gusto en los brazos del alfa, viendo aquella película en el enorme living de la casa de su novio. Comía casi mecánicamente las palomitas de maíz y no estaba prestando demasiada atención a la televisión, sin embargo, todo era culpa de las imágenes que rondaban en su mente. Deseaba olvidar, en serio lo quería, pero con querer las cosas no ocurrían mágicamente si el no hacia nada. De todos modos, ¿qué que podía hacer?...nada, por el momento no encontraba una solución a su problema.

Quizás a Luhan no era eso lo único que lo traía intranquilo, como el quería creer, porque había algo más, otro motivo del cual aún no era consciente, lamentablemente.

Sin embargo, nada podía escaparse o perderse, no cuando el destino ya había acordado que ese momento llegaría sin siquiera avisar o pedir permiso para instalarse en la vida de todos. Porque nadie podia escapar por siempre... y eso, el lobo de Luhan lo sabía, en su inconsciencia tenia presente ese pequeño y grande detalle.

- ¿Qué ocurre Luhan?.

- Eh... no nada - siguió mirando la pantalla aún cuando el alfa había dejado de hacerlo y miraba el rostro del omega.

- Te encuentro perdido ¿pasa algo?.

- No, nada... no tienes porque preocuparte.

- ¿Quieres salir?, pode...

- No... - negó el omega y giró su cuerpo entero - No te separares de mi Sehun... no me dejes solo... quiero permanecer aquí a tu lado - tomó la camisa del alfa entre sus manos y se aferró a está. Para luego recargarse en su fuerte torso - Solo quedemos asi por ahora.

El alfa, aunque contento por el apego de su omega, no podia alejar ese sentimiento de angustia que le transmitía su lobo.

Abrazó a su omega de la misma forma que este lo hacía y disfrutó de el, la calidez que se formaba alrededor suyo y la incipiente paz que comenzó a instalarse con el transcurso del tiempo, con una pequeña mancha de preocupación que ambos querian ignorar. Poco a poco ambos quedaron sumidos en un profundo sueño, en aquel sillón, bajo la cálida manta que los cubría mientras permanecian abrazados, y la pelicula ya había terminado, quedando solo el ruido de sus entrecortadas respiraciones y el chirriante sonido del fuego en la chimenea.

...

Una abundante capa de nieve de aquellos grandes pinos cayó sobre el cuerpo del pequeño lobo. Se sacudió para quitarselo de encima y siguió caminando por el frio bosque.

Era por siempre invierno en aquel lugar.

No fue mucho lo que caminó para encontrar a su alfa, que de igual manera estaba buscándolo en la espesa neblina que los rodeaba. El omega sonrió al verlo y corrió en su dirección importándole muy poco chocar con las ramas de los árboles caídos y las montañas de nieve que se formaron al pie de estas.

- Al fin llegas alfa, estaba esperándote - el lobo blanco olfateo y susurró cerca del oído del lobo gris.

- Lo se, esta vez aparecimos en lugares más alejado uno del otro... me preocupa.

AROMA [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora