La Maldición de la Vida

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Pasaron los días, cada uno de esos dias recibia noticias de mi primo,  hasta que un día dejó de dar señales de vida, y no fue hasta a la semana siguiente recibí una noticia que me heló la sangre por completo. Era una mañana como otra cualquiera,  me encontraba desayunando con Tom, cuando, de repente, llamaron a la puerta.

- Iré a ver quién es- dije levantándome de la silla - ¿ Si? - pregunté abriendo la puerta

- ¿ Es usted ( T / N ) Luna? - preguntó un hombre delgaducho, pálido y vestido con un traje fúnebre

- Si- contesté

- ¿ Qué ocurre? - preguntó Tom apareciendo detrás de mí

- Señorita, le vengo a transmitir mis más sinceras condolencias de parte de la reina- dijo el hombre

- ¿ Qué? - pregunté - ¿ Qué ha ocurrido?

- Su pariente Diego Luna, es uno de los fallecidos durante el huracán- me comunicó con el semblante entristecido

Y fue entonces cuando rompí en yanto, buscando refugio en los brazos de Tom donde encontré más consuelo del que me habría imaginado.

- Sus últimas palabras fueron dedicadas para usted- dijo el hombre entregándome un trozo de papel, el cual iba acompañado por una carta que llevaba el sello de su majestad

-Muchas gracias - dijo Tom cerrando la puerta con una mano,  mientras que con la otra me acariciaba el hombro a la vez que sollozaba sobre su pecho.

Seguido, Tom me entregó el papel con la carta, subí las escaleras, y me encerré en la habitación que era mi cuarto, donde continué llorando sin consuelo alguno, y cuando me sentí con fuerzas, abrí la carta que su majestad, muy encarecidamente me había hecho llegar,que decía...

"Querida ( T / N )
Me entristece comunicarle que ayer se encontró el cadáver de su primo en la costa atlántica de Cuba,  han intentado reanimarle de todos los modos posibles, pero ya era demasiado tarde. Minutos después, me comunicaron que murió heroicamente salvándole la vida a una niña que se había quedado encerrada en un coche que se encontraba barado en medio de la carretera, la cual fue inundada debido a los estrabos que generó el huracán, que a su vez iba a ser presa de un tsunami que se aproximaba a la isla . Cuando consiguió poner a la niña a buen recaudo,  no tuvo tiempo para salvarse a si mismo. En el papel que le han pasado con esta carta expresa las últimas palabras que su primo escribió horas antes de dar su vida por esa niña. Si es que me tienes aquí para lo que sea.
Un cordial saludo.
Reina Victoria. "

Tras leerla, cogí el papel que venía con la carta, lo desdoblé y era una pequeña carta que decía...

"Querida prima
Sí lees esto es que he muerto.                   ( T / N ) quiero que sepas que siempre has sido más que una prima para mi, has sido lo más parecido a una hermana pequeña que he tenido jamás. Siempre has estado pendiente de que estuviese bien, de que no me faltase nada. Y ahora te toca ser feliz a ti, vuelca esa felicidad que siempre has tenido en hacer feliz a los demás, pero sin olvidar que tú también mereces ser feliz. Siempre estaré contigo. Con cariño.
Tu primo Diego.
Ser feliz es fácil si sabes como"