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Todo era perfecto,  todo en el ambiente rebosaba armonía, dos semanas después de que Tom me propusiera matrimonio,  conocí a las que iban a ser mis cuñadas, quienes eran exactamente como me las había descrito e incluso mejor, y en cuanto se enteraron de nuestro compromiso se ofrecieron a ayudarme con los preparativos de la boda, lo cual yo acepté encantada.

Pasaron varios días, mientras me encontraba inmersa en mis pensamientos sobre la grandes posibilidades que había para que fuese la boda perfecta, hasta que, recibí una llamada, la cual me alegró recibir,  sin saber que esa llamada era una llamada de socorro.

- ¿Si?- pregunté

- ( T / N ) - dijo una voz muy familiar al otro lado de la línea

- ¡Oh!- exclamé- ¡Michael¡ Cuanto tiempo...- dije feliz de volver a hablar con él -¿ Qué tal? - pregunté

- Bien, gracias - contestó muy serio - ¿ Y tú?

- Bien - contesté recostándome en el sofá - ¿ Ocurre algo?

- Es sobre James - contestó

Aquellas palabras me helaron la sangre por un instante, nunca creí que volvería a oír ese nombre, él fue al primer hombre a quien le entregué  mi corazón y lo pisoteó hasta hacerlo añicos, pero de algún modo, sentí que debía ayudarlo pues sin su "ayuda" no hubiese descubierto lo que sentía realmente por Tom, y ahora mismo no estaría aquí, preparándome para dar el paso más importante de mi vida.

- ¿ Qué le ocurre? - pregunté seria

- Está muy raro, no come nada, a penas duerme y se ha dado a la bebida -dijo dejándo latente su preocupación- Hemos intentando todo por que mejore, y cuando parece que mejora, vuelve a caer

- ¿ Y qué puedo hacer yo? - pregunté dejándo pasar un hilo de tristeza

-A Hugh y a mi, se nos había ocurrido, que hablases tú con él - contestó eligiendo sus palabras cuidadosamente - A ver si podrías ayudarle a cerrar ese capítulo que dejasteis abierto

-No tengo nada que hablar con él - dije fríamente, estaba preocupada por él, cierto, pero, para mí, el ya dejó todo claro aquella noche de Año Nuevo.

- ( T / N ) - dijo suplicando - Por favor, la situación es crítica, no creo que vaya aguantar así mucho más.

-Bueno...- dije reflexionando

- Por favor, si te pasas por el centro, estaremos en su apartamento- dijo pasivo

-Bueno,  puede que me pase por ahí un día de estos- dije pensando en todo lo había ocurrido en el último año- A ver si puedo ayudar en algo

- Muchas gracias ( T / N ) - dijo con un tono de esperanza- No sabes el gran favor que le haces. Por cierto... Felicidades por tu compromiso

-Gracias - contesté

Seguido,  colgué el teléfono sintiendo en mi interior un gran e inmerso vacío, que se alimentaba por el miedo de pensar que él, haciéndome tanto mal, me hizo tanto bien, estaba pasando por un mal momento.

No sabía cuando,  pero estaba dispuesta a ir a Londres y dejar este asunto zanjado de una vez por todas,  aunque eso significase abrir un capítulo de mi vida que dejé en el olvido, ya hace tiempo.

La Maldición de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora