Narra Carolina.
La clase de matemáticas, igual de aburrida que siempre, terminó con un gran timbrazo de la campana. Todos en el salón tomaron sus cosas y salieron inmediatamente del salón. Yo esperé a que todos salieran para poder ir tranquila a mi casillero y encontrarme con Valentina, mi mejor amiga.
Caminaba por los pasillos llenos de chicas superficiales y chicos populares cuando de repente sentí un golpe enorme en mis costillas.
– ¿Qué hay Kopelioff? – dijo a Abraham, el idiota más idiota de la escuela.
– Imbécil – musité enojada mientras me llevaba mi mano a la costilla, probablemente rota.
– Vamos Abraham, déjala en paz. No merece tu atención.
Y supe quién era sin siquiera mirarlo. Me imaginé sus ojos marrones; profundos y perfectos. Sus labios secos, pero besables. Su cabello desaliñado y desacomodado, pero con brillo y sedosidad. ¡Dios mío! No podía ser más perfecto.
– Otra vez te congelaste – dijo la voz de mi amiga mientras veía como Abraham y Alan me daban la espalda y seguían caminando. – ¿Sigues aquí? – su mano empezó a agitarse frente a mi rostro con las intenciones de regresar mis ideas con ella.
– Lo lamento – pestañeé e intenté centrar mi atención en mi mejor amiga.
– ¡Diablos Carolina! – refunfuño. – Deberías darte cuenta que ese idiota solo te quiso por sexo.
Sentí un golpe enorme en mi estómago cuando dijo eso. Tomé una bocanada de aire e intenté que las lágrimas no salieran de mis ojos.
– ¿Qué pasó con Trevor? – le pregunté intentando cambiar de tema.
– Agh – gruñó. – Ni me lo menciones. Ese estúpido se ha acostado con Olivia – bufó.
– ¿Qué? – exclamé sorprendida.
– Sí. Los pillaron en el baño de maestros.
– ¿Quién? – le pregunté más interesada de lo normal.
– La puta Jeniffer – gruñó.
– Puta Jeniffer – la imité. – Pero bueno, algo bueno puedes sacar de esto.
– ¿Qué?
– ¡Tienes derecho a ir al centro y tomarte unas cervezas con tu mejor amiga! – levanté los brazos en señal de victoria.
La tomé de la mano y corrimos hasta la salida del colegio. Aminoré el paso para que Valentina no se sofocara como siempre lo hacía.
– Espera – pidió. – ¿Al centro? – preguntó mientras hacía un gesto de disgusto.
– Vamos, antes te gustaba ir al centro – la animé.
– No es que no quiera ir Carolina, lo que pasa es que no sé si mi padre me deje quedarme hasta tarde por allá.
– Uhm... dile que he pasado matemáticas y he invitado a muchos chicos y chicas a una pijamada esta noche en mi casa – le dije mientras le ofrecía mi celular. – Anda – lo tomó y le marcó a su padre.
Después de haber convencido al padre de Valentina, tomamos un taxi que nos llevara al centro. Una vez ahí, nos metimos a un bar. Mi amiga pidió dos cervezas y unos bocadillos.
– Me quiero vengar de Trevor – dijo con un tono de voz apenas audible.
– ¿Cómo lo harás? – tomé un trago de mi cerveza. Limpié el rastro de espuma que ésta dejo con mi lengua y comencé a escucharla.
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Sex Instructor.-HOT-[AGUSLINA]•[ADAPTADA]
Fanfic- Primera regla - empezó a decir. - No puedes contarle a nadie que doy clases. Si una mujer se topa con ese letrero es porque el destino la llama, no por otras cosas. Dos, no sabrás nada de mí; a qué me dedico y qué hago fuera de aquí. Tres, nada de...