N/A: que mejor inspiración que romperte el corazón a vos misma, enfermarte, no escribir por un mes y que llueva.
Tuvo que salir del aula solo para traer su botella de agua a los vestidores, tenía la cabeza quien sabe a dónde, primero había olvidado que tenía que ir al estudio, después había tomado un zapato de un par y el otro del otro y ya cuando pensaba que nada podía ser peor, el ensayo que llevaba de 5 páginas se había borrado.
Con recordar los sucesos del todo el día se sentía frustrado. Soltó un suspiro pesado comenzando a caminar por el pasillo para regresar al aula.
El salón que más amaba del estudio era ese que muy pocas veces usaban, estaba al lado de un lindo pero pequeño pedazo del jardín con rejas en la parte de arriba y con flores enredadas en estas, era una verdadera belleza. La idea de quedarse un rato en ese salón no le pareció mala, a esa hora no habían personas usando ese salón y algo de soledad no le haría nada mal.
Dejó su aula atrás para encaminarse hacia su lugar preferido pero se detuvo metros antes al escuchar una suave música viniendo de esa habitación, ¿acaso todavía era hora de clases en ese lugar?
No solía interrumpir clases o asuntos que no fueran propios pero la melodía sonaba como si eco fuera y llegaba a el llenadole de una cierta paz que seguir caminando hasta llegar al borde del aula era su primera opción.
Abrió poco a poco la puerta para poner sus ojos en pasos que se movían con agilidad por toda la sala, hacía pequeños saltos que hicieron que guiará su mirada hacia los brazos que acompañaban a esos delicados pasos, manos pequeñas y brazos cubiertos por un suéter gris.
Había quedado algo sorprendido al ver tanta belleza en una persona, tanto talento en esas puntas de pie para hacer saltos y aún así caer con gracia al suelo. No sabía muy bien a que le iba todo eso del ballet, al contrario eso nunca había visto una presentación pero al estar frente a tal arte se preguntó por qué nunca había visto una.
No iba a mentir que verle de nuevo de aquella manera le había erizado toda la piel, cada parte de su ser deseaba ponerse a su lado, tomarle de las manos y bailar con el como antes. Sonrío amargamente al recuerdo.
Un dolor de cabeza le invadió a notar aquella delgadez ¿como no había notado aquel mal aspecto desde un principio? La sonrisa desapareció de su rostro y una expresión de preocupación se dio paso. Se molesto con si mismo cuando no podía dejar de ser ese semblante de cansancio y su corazón golpeó su pecho con furia al ver una venda salir del calcetín que ese llevaba, estaba lastimado y esforzaba demasiado su pie y sintió una desesperacion por detenerle y cuidarle y-
— ¿Que piensas qué haces en ese estado? — exclamó molesto haciendo que su acompañante de la habitación se detuviera sorprendido y posará incrédulo su mirada en el — No puedes bailar estando tan, tan- lastimado —
La risa amarga del mayor fue como un golpe, golpe que parecía doler más que una herida física.
— ¿Desde cuándo te importe que lastimado este Jungkook? —
Molesto apago la radio.
— Te llevaré a casa, tienes que comer algo también, estás demasiado pálido —
— Vete a clases y deja de molestar —
— ¡Jimin! — le volteó a mirar cruzándose de brazos — ¡Estoy preocupado por ti y lo único qué haces es echarme! —
— ¡¿Y qué esperabas?! — preguntó ciertamente indignado — ¿que te viera y saliera corriendo a tus brazos esperando palabras de cariño de tu parte? —
Posó su mirada en el rubio, ¿acaso era Park Jimin a quien tenía enfrente? ¿Por que sentía que lo desconocía tanto?
— Solo me estás haciendo perder el tiempo así que si te fueras sería mejor —
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21 días para romper un hábito [Jikook/Kookmin] [finalizada]
Fanfiction- Lo mejor será darnos un tiempo - Había escuchado eso hace ya varios segundos pero no había captado realmente lo que había mencionado Jungkook. Se repitió esas mismas palabras en su cabeza y no pudo evitar sentir un nudo en su garganta. - ¿Por qué...