Aeropuerto de Ezeiza, Buenos Aires ; 2018
El avión aterrizó a las diez de la noche en el aeropuerto de la ciudad de Buenos Aires. Los pasajeros bajaron del mismo y buscaron sus valijas.
Alejo y Mauro hicieron ese trámite y después se dirigieron hacia la salida.
Una sonrisa enorme se plasmó en el rostro del rubio al verla ahí parada, mirando para todos lados y buscando a alguien con la mirada. Cuándo se acercó más a ella, la misma también sonrió y empezó a correr a su encuentro.
Saltó a sus brazos automáticamente. Él la atrapó y dió un giro con ella a upa.
- Al fin - sostuvo la morocha - Se me hicieron eternos estos días sin vos
Duki la dejó en el piso y acarició su mejilla. Sin dudas él también la había extrañado.
- Me voy por un mes y cuando vuelvo vos estas muchísimo más hermosa - le dijo
La chica río levemente por ese comentario. Sin esperar más, pasó sus brazos por el cuello del tatuado y juntó sus labios. Él la correspondió al instante, haciendo el beso más largo e intenso.
La escena romántica no duró mucho ya que la presencia de Ysy los interrumpió.
- Claro, a mi no me extrañaste para nada - soltó en un intento de hacerse el ofendido
Los "amigos" se separaron y la adolescente fue a abrazar ahora al otro trapero.
- Por supuesto que te extrañe - afirmó
Los tres buscaron el taxi que habían pedido y, una vez que lo ubicaron, se subieron al vehículo y partieron rumbo a la famosa mansión.
Alejo iba sentado en un costado mientras que Mauro ubicaba el asiento del medio, y la morocha el otro costado. Estos dos últimos viajaban abrazados y cada tanto se daban un par de besos.
Mila buscó su teléfono celular cuando este sonó indicando que tenía un mensaje. Lo leyó y después miró a su acompañante.
- Me acaba de avisar mamá que Julio y ella se van a cenar y después reservaron un hotel - le comentó ella al tatuado - ¿Te queres quedar a dormir en casa?
Él la besó inmediatamente y cuando se separaron asintió con la cabeza.
- Disculpa - le avisó al chofer del auto - Nosotros dos vamos para otro lado, así que dejanos ahí antes
Ysy dejó de mirar el inicio de su Instagram y posó su mirada en la pareja. La adolescente le dedicó una tierna sonrisa acompañada de una mirada cómplice.
- ¿A dónde van Wanakin? - preguntó
- Yo me quedo a dormir en la casa de Mila, así que con el Neo pueden invitarse a un par de wachas que tienen la casa para ustedes solos - concluyó el otro chico
La joven le dijo cuál era la nueva dirección y el conductor la colocó en el dispositivo que lo guiaba. Después de unos minutos ya se encontraban afuera de su hogar.
Ella buscó en su mochila la llave para poder entrar a la vivienda, pero no la encontró.
- Acá esta beba - indicó Duki agarrándole el culo
Efectivamente, la llave estaba en el bolsillo de su pantalón. Y él había aprovechado la situación. Igual a la chica eso no le molestaba en lo absoluto.
- Picarón - le dijo
Los dos ingresaron y fueron directo a la habitación de Mila. Duki dejó las valijas en un costado y se tiró bruscamente a la cama. La chica se acostó también pero lo hizo de una manera más suave y, una vez adentro de las sábanas, él la trajo hacia su pecho.
Agarró el control remoto que se encontraba en la mesa de luz y encendió el televisor.
- ¿Qué te gustaría mirar? - le avisó a su acompañante
Mauro la miró y se acercó a su rostro, para hablarle en la oreja.
- No te gastes en poner una película si sabes que no vamos a prestarle nada de atención - susurró
Enseguida buscó su boca y ella lo recibió con gusto.
Ambas comenzaron a jugar, formando un beso intenso y ardiente. El cantante llevó sus manos al borde de la remera de ella y la sacó de un tirón. Mila desprendió su pantalón y lo bajó rápidamente junto con su ropa interior.
Se introdujo dentro suyo de una manera lenta, pero después sus movimientos fueron más rápidos.
Mila cambió de posición y ahora se encontraba ella arriba de él. Se notaba que la morocha había tenido más experiencias sexuales por la manera en la que se movía, y eso lo hacía hervir de celos.
Pero lo reconfortaba haber sido el primero.
El ruido de la cama moviéndose y los gemidos eran lo único que se escuchaba en la casa.
- Mau - gimió ella avisando que estaba por llegar al orgasmo
Duki apuró sus movimientos y ambos alcanzaron el punto máximo juntos. Ella se dejó caer sobre él, y este escondió su cabeza en el hueco de su cuello. Le dejó un beso allí y la adolescente rió a causa de las cosquillas que le había ocasionado.
Allí, escuchándola reírse, era donde quería estar siempre.
- Eu - habló llamándole la atención - Te escribí una canción
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Complemento | Duki
FanfictionFuiste la primera a la que amé ma', la primera que hizo que doliera