Quince

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12 de noviembre, Antezana 247 ; 2018

- El día que limpien esto va a ser un milagro - dijo Mila mirando su alrededor

Botellas, cajas de pizza vacías, papeles, picadores de marihuana sobre la mesa, filtros, todo desparramado.

Duki apareció detrás ella y puso las manos en su abdomen, abrazándola para después dejar un beso en su hombro.

- Estas viviendo con tres rockstars - le contestó - No puedo creer que todavía no te acostumbraste amor

La chica sonrió al escuchar ese apodo de parte de el tatuado. Le gustaba que le diga de diferentes maneras tiernas: a veces era amor, otras bebé, linda o corazón, entre muchísimas otras.

Ellos ya no eran mejores amigos. Tenían una relación rara, se podía decir que solo entre ellos dos sabían que eran novios.

Mauro le había propuesto a la morocha empezar una relación formal y ser pareja, pero a ella le dió miedo.

Miedo por no estar a la altura, porque sus fanáticos se volvieran locos a pesar de que ya la conocían, y por sus familias. No sabía como iban a reaccionar cuando les contaran que eran novios. La diferencia de edad se notaba, y a los mayores podría no gustarles el nuevo vínculo.

Por eso, Mila se negó a ser su novia públicamente. Acordaron ser una especie de novios en secreto, así que se trataban como pareja pero frente al resto eran tan solo mejores amigos.

Al chico se le hacía demasiado difícil actuar frente a su madre y su hermana, pero lo disimulaba lo más posible.

- ¿Qué podemos merendar? - habló la joven y después colocó su cabeza en el cuello de Mauro

Empezó a dejar un par de besos húmedos en la zona y alguna que otra mordida.

- Si queres te doy la leche - le respondió él

La adolescente se puso roja y largó una carcajada. Y después se separó.

Decidieron preparar unos licuados y pedir por una aplicación dos docenas de medialunas y algunas donas. Iban a venir los dos nenes de la casa, Bruno y Amadeo, y les encantaba comer esas facturas decoradas con colores.

Cuando tocaron timbre, Mila fue a abrir y al verla los nenes se le tiraron encima para abrazarla. Ella siempre jugaba con ambos y por esa razón los pequeños la adoraban.

- A ver, salgan que es mía - gritó Duki acercándose y tratando de separar a Amadeo de los brazos de la morocha

Sebastian entró con una mochila de Spiderman colgada sobre su espalda y de la mano de la madre del niño. El integrante de Modo Diablo se río al ver como el rubio se peleaba con los chicos.

- Resultaste ser más chiquilín que Mila - le dijo

La nombrada lo miró con cara de pocos amigos. No le gustaba que dijeran que era una nena, y los traperos siempre la trataban así.

- Anda a cagar Neo - respondió

La mamá de Amadeo la saludó con un abrazo. Sin duda le caía demasiado bien esa chica, y sabía que el amor que tenía hacia Mauro era de verdad.

Ambas se fueron a la cocina y colocaron en dos platos las cosas para comer en la merienda.

- ¿Cómo van con el gordo? - indagó China

- Re bien - contestó - Cada día mejora todo, aunque no te voy a negar que me da miedo que un día se caiga todo esto que construimos

Ella suspiró y mordió la mitad de una dona. Sus inseguridades estaban presentes a cada momento.

No quería pensar en que se tuviera que separar de su amigo de toda la vida solo por intentar ser algo más.

Viviana y Sandra sabían que ella estaba perdidamente enamorada del chico, pero no se imaginaban que él también lo estaba. Los seis años que los separaban, sumado al estilo de vida que Mauro llevaba, eran algo que a las mujeres les podría incomodar.

- Todo va a salir bien - la intento tranquilizar la mayor - A veces la fama y todo esto asusta un poco, y te lo digo porque también lo pasé con Seba, pero mientras haya amor van a encontrar la manera de estar juntos

Mila esperaba que eso sea cierto. No se imaginaba una vida sin el de cara tatuada a su lado.

Eran el uno para el otro desde que tenía uso de razón.

Cuidaba de ella cuando no estaba su madre. Actuaba como guardaespaldas frente a sus compañeritos, cuando alguno se acercaba para darle un besito en la primaria. De más grandes ella lo acompañaba a las competencias, y lo animaba cuando perdía. Le robaba sus buzos, y a él le gustaba cómo los lucía.

Los mejores amigos que se puedan imaginar. ¿Pero el vínculo es mejor o peor siendo más que amigos?

Complemento | DukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora