Dieciseis

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31 de diciembre, Buenos Aires ; 2018

La última noche del año. Un año caótico que ninguno de los dos jóvenes iba a olvidar. Año donde pudieron demostrar sus sentimientos y amarse muy fuerte.

Aunque no lo vivían libremente ya que su relación era algo oculta y solo sus amigos estaban al tanto de eso, igualmente estaban felices por cómo llevaban todo.

Ese día iban a cenar en la casa de Viviana ambas familias juntas, para después los más jóvenes asistir a una fiesta que se iba a hacer en la mansión.

- Mila ayudame con la ensalada - gritó su madre llamándola desde la cocina

La chica fue rápido hacía donde se encontraba su mamá y empezó a cortar las papas. Su progenitora la vió tan arreglada que no pudo evitar cuestionarla un poco, de manera divertida.

- ¿Para cuál de todos los traperos esos que van a la noche te pusiste tan linda? - le preguntó

La morocha se puso nerviosa. Su cara adquirió un leve color rojo.

- Para nadie mamá - contestó ella

- Mira que Mau los tiene a todos vigilados - agregó la mayor - Sos una nena para que alguno se sobrepase con vos

Mila dejó de cortar las verduras y miró a su madre a los ojos. Tenía miedo, pero se lo iba a confesar. La persona más importante en su vida tenía que entender el amor que se tenían.

- Justo él es el que me gusta, y lo hace desde que tengo doce años más o menos - confesó

Viviana se acercó y la abrazó. Le acarició la espalda y apoyó levemente su cabeza sobre el hombro de su hija.

Ella ya lo sabía, si se le notaba muchísimo lo que sentía. El amor por el tatuado le brotaba por los poros.

- Ya lo sé mi vida - respondió - Si vos sos más obvia

La adolescente río un poco por ese comentario y después se separó de su mamá, para terminar la ensalada. No le había dicho que entre los dos existía una relación, pero al menos ya sabía de su propia boca que el rubio le atraía.

Cerca de una hora más tarde la familia Lombardo llegó. Sandra y Candela fueron las primeras en entrar y saludar a todos, y Mauro como siempre último.

Al verla se le cayeron las babas. Era hermosa. Enseguida le dió un fuerte abrazo, que Mila correspondió, y así se quedaron unos largos segundos.

- Que afortunado soy en tenerte - le dijo y después le susurró al oído - Aunque sea a escondidas

La piel de la chica se erizó a causa de su aliento rozándola. Se separó del abrazo y agarró sus manos.

- Hablando de eso, le dije a mamá que me gustabas y me contestó que ya sabía - soltó la morocha

- ¿No le molestó? - indagó él

La adolescente negó con la cabeza y lo volvió a abrazar. Ese era su lugar favorito, estar entre sus brazos tan reconfortantes.

Duki dejó un beso sobre su cabeza. Que año tan loco, pensó en su interior. Jamás se habría imaginado dejar de verla como una amiga para sentir algo más. Pero ahí estaba, loco de amor por ella.

- Listo - afirmó para romper el silencio - Hoy les decimos lo nuestro

Mila sonrió. Lo que había soñado en un momento se estaba cumpliendo. Y era mejor en la realidad.

Sandra los llamó que fueran a la mesa, por lo que caminaron hasta allí y se sentaron uno al lado del otro. Mauro agarró la mano de la chica sobre el mantel, y Candela lo miró enternecida por ese gesto.

La pareja de Viviana trajo el asado y todos empezaron a degustar la última cena del año.

Carne, ensalada, vino. Todo pasaba tranquilamente entre ellos, hasta que el teñido decidió levantarse de la silla e interrumpir la charla que había en la mesa.

- Bueno gente, tengo algo que decirles - habló él

Todos los presentes lo miraron. La adolescente se puso nerviosa y comenzó a mover sus piernas.

- ¿Te vas de gira? - consultó Julio

- No - negó - Hace varios meses que con Mila estamos siendo algo más que amigos y no se lo dijimos porque no sabíamos cómo se lo iban a tomar ustedes, pero ahora queremos mostrarnos libremente

Después de terminar de hablar, el joven agarró el mentón de ella y dejó un leve beso en sus labios.

Viviana sonrió y en sus ojos se veía un leve brillo, ya que le gustaba que su hija estuviera feliz. Sandra los miraba emocionada, no podia creer que su hijo por fin se pusiera de novio con alguien que valía la pena.

Candela se acercó y los abrazó a los dos juntos.

- La hicieron re larga, pero igual los amo - sostuvo

Terminaron de cenar súper felices. Al llegar las doce brindaron y salieron al balcón a visualizar los fuegos artificiales.

Mila pasó los brazos por el cuello de su enamorado y comenzó un beso tierno.

- Ahora si, te lo vuelvo a preguntar - expresó el de cara tatuada - ¿Queres ser mi novia?







paso para decir que los aprovechen tiernos y juntos porque en unos capítulos se jode todooooo 😭

Complemento | DukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora