Veinticuatro

5.1K 272 8
                                    

Septiembre, Buenos Aires ; 2019

- ¿Me acompañas a Prana? - le preguntó el chico mientras miraba su celular

Mila se acercó y lo abrazó por la espalda, dejando un beso en su hombro.

- Sip - respondió - ¿Qué locura vas a hacer ahora?

Mauro río y guardó el celular en su bolsillo. Se giró para poder abrazarla bien, mientras también él dejaba un beso pero sobre su pelo negro.

- Me quiero sacar el rubio, y capaz me pongo algún color - explicó

La morocha pasó la mano por el pelo de su novio acariciándolo, mientras miraba los tatuajes que ahora adornaban su cara.

Estaba muy cambiado físicamente. Aún así, por dentro seguía siendo el mismo chico bueno y amoroso que conocía desde niña.

- Me gustaba cuando eras morocho y sin tatuajes - le dijo ella

Duki, haciéndose el ofendido, se alejó y se cruzó de brazos.

- Listo - soltó intentando sonar herido - Me estas diciendo feo, anda a conseguirte otro más fachero

La adolescente largó una carcajada por el acto exagerado del chico.

Adoraba esas peleas tontas, que después de unos segundos se solucionaban con besos y cariños. Lo amaba muchísimo.

- Si sabes que a mi me gustas siempre y de cualquier forma - habló ella - Deja de hacerte el pobrecito y vamos para el local

Los dos se abrigaron, porque a pesar de que estaban en primavera igual hacía algo de frío, y se tomaron un taxi hasta la peluquería.

Un chico con un look súper extravagante los recibió. Les indicó que se sintieran como en su casa y que pidieran lo que necesitaran. Después, le pidió al trapero que le explicara que quería hacerse.

Mila lo miraba desde una silla más alejada, hasta que en un momento también tuvo ganas de cambiar su estilo.

Caminó hasta donde estaban tiñiendo a Duki de color rosa y habló con el peluquero.

- Yo también te voy a pedir para hacerme algo - le avisó

Enseguida Mauro la miró preocupado.

Desde que nació, ella nunca había cambiado su color de pelo y a duras penas se lo cortaba. Le llamaba la atención que ahora quisiera animarse a algo nuevo.

Quizás después iba a arrepentirse, pero nunca sabía si no probaba así que dejó que lo hiciera.

-

-------->

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-------->

@mila_ag: Esto pasa por acompañar al Duko a la peluquería 😝 Todo obra de @pranapelu

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

@mila_ag: Esto pasa por acompañar al Duko a la peluquería 😝 Todo obra de @pranapelu

❤️ khea.yf, neopistea, martinpdisalvo, cazzu, asan.yf, knd.lomba, planetaduki y 27.415 personas más

dukissj: PERO QUE MUJEEEEER
↪️ mila_ag: 😍😍😍
↪️ duko.fans: LOS SHIPPEO quiero casamiento

pranapelu: Un placer trabajar en ese tremendo pelo 🙌🏻

ysy_a: No quiero aceptar que estas creciendo 😢
↪️ mila_ag: ni yo 😭

vivi.agunda: Mi morochita nooooooo
↪️ mila_ag: perdón, te amo ma

lombasunshine: La más hermosa! El Duketo la esta volviendo más trapper jajaja

djmami: ¿Enserio te gusta Mau? pensalo 😏
↪️ mila_ag: mmmmm, vos estas soltera?

-

- Dos veces en el día que me cambias - le recriminó el chico después de leer el comentario de Dj Mami

Estaban acostados en el sillón mientras comían papas fritas y hamburguesas de la famosa cadena de comidas rápidas. Los dos odiaban las verduras y las comidas saludables, otra cosa que compartían.

Así eran la mayoría de sus días. Tranquilos, juntos y felices. Alejo y Neo ya no vivían en la mansión, por lo que estaban solo ellos en la casa junto a sus dos perros.

- No te cambio por nada ni nadie - afirmó ella

Duki se acercó y unió sus frentes, quedando sus bocas a centímetros.

- Yo tampoco amor - le contestó - Nunca pensé en enamorarme de vos, siempre creí que iba a estar con vos para siempre pero nunca de esta manera

- Estamos predestinados - sostuvo la chica

En ese momento, uno de los cachorros trepó al sillón y se acostó entre las piernas de ambos, pidiéndoles caricias. Por su parte, el otro animal intentaba robar una papa frita de encima de la mesa.

Mila comenzó a reírse por la concentración del perro en tratar de agarrar la comida, mientras Mauro se levantaba para ir a buscarlo y traerlo con ellos al sillón.

- Los amo, son mi familia - habló la adolescente

La escena era demasiado tierna. Todos pegados en el living de la casa, mientras terminaban la comida y consentían a sus mascotas. Era todo digno de una foto para enmarcar.

La vida es una montaña rusa. La vida es una caja de sorpresas, loca e impredecible pero sin dudas hermosa.

Nunca se puede saber que te espera en el futuro.

Mila jamás imaginaba que iba a estar así con el trapero, viviendo juntos y criando a dos perros. Pero ahí estaban.

Como dijo la chica anteriormente, el destino los había unido.

Complemento | DukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora