El mes de enero se había pasado muy rápido para los chicos.
Esa noche del segundo mes del año Duki tenía una presentación en la localidad costera de Pinamar, y había llevado a Mila junto a él.
Llegaron cerca de las tres de la tarde con el sol presente en el cielo, generando una temperatura de casi treinta y tres grados. El auto en el que habían viajado era chico y sus espaldas pedían a gritos una cama para relajarse.
- Descansen unas horas hasta que llegue la hora del concierto - les dijo Facu, el manager del cantante
Los jóvenes asintieron, agarraron la tarjeta que abría la habitación del hotel y subieron hasta esta en el ascensor.
Mauro enseguida se sacó las zapatillas, tirándolas por algún lado de la pieza, y se tiró sobre el acolchado blanco. Estaba muerto y quería dormir más de lo permitido.
La morocha lo imitó. Se acostó y entrelazó sus piernas, pegándose a su cuerpo. El rubio pasó sus brazos por la cadera de ella y la besó, para después cerrar los ojos y dormirse.
Estaba descansando profundamente hasta que en un momento la chica a su lado empezó a moverlo desesperada y a repetir su nombre.
- ¿Qué pasa beba? - preguntó algo adormilado
- Esta noche hay un eclipse Mau - contestó ella
Él sonrió al verla, sentada en la cama y mirando su celular emocionada.
Sabía lo mucho que le gustaba a su novia la astrología y lo relacionado con lo solar. Era una fiel creyente de las energías y del poder de los astros, por lo que era importante para ella ver ese suceso.
- Lo vamos a ver desde arriba del escenario - le aseguró
Mila asintió y se lo quedó mirando por unos segundos. Pensando en cuán parecidos eran ellos dos al sol y a la luna, tan diferentes pero tan necesarios el uno para el otro. Tan lejanos pero que sin la presencia de su opuesto no valen nada.
- ¿Tengo algo? - indagó él después de verla tan pensativa
- Si - contestó - La carita más hermosa de todas
Duki largó una carcajada por ese intento de chamuyo por parte de la adolescente y se lanzó sobre ella.
Sus miradas se encontraron y ambos sonrieron, los dos felices por lo hermoso que era el vínculo que tenían.
- Vos sos hermosa, como la luna - la alagó - Mi luna
Mientras guardaba en su mente todos los detalles de su cara, el trapero pensó: ojalá que esto nunca se termine. Ojalá que no tengamos que separarnos como los planetas en el cielo.
- Entonces vos sos mi sol - replicó ella
- Y ahora tenemos que hacer el eclipse, ¿no te parece? - sostuvo mientras levantaba la tela de la remera de la chica
Mila levantó sus brazos, ayudándolo, y después que logro sacar la prenda atacó ferozmente sus labios.
En ese cuarto de hotel volvieron a hacerse uno los dos. Y como cada vez que lo hacían, la joven agradecía tenerlo junto a ella y poder disfrutar del placer que le ocasionaba.
Llegadas las nueve de la noche, volvieron a subir al auto en el que habían llegado y partieron hasta el lugar donde era el show.
Toda la gente gritaba pidiendo para que saliera al escenario de una vez por todas, y al ritmo de "She don't give a fo" dió inicio a la noche.
La morocha lo miraba desde atrás del escenario junto a los organizadores y algunos conocidos de los mismos, sin poder creer todo lo que había logrado con tan solo su voz y sus ganas. Estaba cumpliendo el lugar de su fan número uno, tal como se lo había prometido un día en el pasado.
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@mila_ag:
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- ¿Cómo estuvo? - preguntó Duki una vez que salió del escenario
La chica corrió a sus brazos y se pegó a él, sin importarle la cantidad de transpiración que cargaba.
- El mejor de todos, como siempre - respondió - Te amo
Él sonrió y dejó un leve beso en la frente de ella, para después apoyar la cabeza en su hombro y cerrar sus ojos. Estaba agotado.
Uno de los encargados de llevar a cabo el evento se acercó a la pareja e interrumpió su burbuja de tranquilidad.
- Felicitaciones por el tremendo show que te acabas de mandar Duko - le dijo
El rubio agradeció las felicitaciones con un guiño de ojos y un apretón de manos.
- Te voy a presentar a alguien - continuó hablando el hombre - Ella es Bianca, mi hija, que me jodió toda la semana para poder conocerte
Una rubia apareció detrás del mayor con una sonrisa coqueta en su cara, mientras se acercaba al trapero y dejaba un beso muy cerca de la comisura de sus labios.
