Tres semanas, ese era el tiempo exacto que había acontecido desde la primera excursión nocturna de la capitana a la bodega, a verla dormir, a velar sus sueños. No es que lo contara, no lo hacía en absoluto, simplemente llevaba tres semanas sin dormir porque no quería perderse el momento en el que la joven apareciera con sigilo, se sentara a su lado y susurrase de forma incomprensible, esperaba ansiosa ese momento, lo deseaba, aunque no era capaz de admitirlo en voz alta, ni siquiera de admitírselo a sí misma, ansiaba sentir la humanidad de Lexa, su cercanía, dejar de sentirse sola en el mundo, olvidada...
Tres semanas y aun tenía la mente vagando por las estrellas, buscando respuestas absurdas a los por qué, qué motivos podía tener la castaña para pasar sus noches velándola si después, a la hora de la verdad, lo único que hacía era regalarle palabras mordaces y sonrisas insolentes, sus noches eran un secreto que ni ella misma debía conocer, el momento de máxima debilidad, el único momento de la jornada en el que Lexa era ella misma, sin disfraz, sin máscara, lloraba y sonreía como un ser humano que sangra y no como el dios inmortal que aparentaba ser el resto del tiempo.
Perdida en sus divagaciones y teorías, siguió su jornada como limpiadora puesto que la capitana no había dado su brazo a torcer en ningún sentido, ella seguía siendo la chica de la fregona. La jornada transcurrió con relativa calma, solo le quedaba repasar los aposentos privados de Lexa y a ellos se dirigió con un nudo en el estómago. Hacía tres semanas que compartían la intimidad de la vigilia sin que la capitana lo supiese mas Clarke no estaba preparada para enfrentarla, no en soledad, no cara a cara sin el amparo de la oscuridad. Rogaba mentalmente que Lexa tuviese trabajo acumulado y no estuviese en sus estancias privadas mientras abría la puerta y entraba en ellas, acostumbrándose a la luz tenue del lugar.
Agarrando los utensilios de limpieza soltó un suspiro, no hacía ni una semana que había pasado por ahí a limpiar y volvía a estar hecho un auténtico vertedero, al parecer el concepto de recoger la ropa del suelo Lexa no lo comprendía, o algo tan básico como vacíar las colillas de los ceniceros parecía un trabajo de alto riesgo para la capitana.
Aún así, encendió las luces para realizar su trabajo sin realmente enfadarse. Empezaba a conocer detalles de Lexa, era tremendamente despistada y torpe aunque hacía grandes esfuerzos para que nadie lo notara, su mente se encargaba de excusar el comportamiento de la joven sin entender muy bien por qué hasta el momento en el que sus ojos se posaron sobre la cama y, estática, se dio cuenta de que Echo yacía en ella completamente desnuda y al parecer dormida.
No la esperaba, la certeza de que Lexa no hacía mucho había compartido un momento íntimo con esa joven prostituta le golpeó de lleno en la boca del estómago y tiró al suelo cuanto llevaba en las manos, sintiéndose incapaz de sujetar nada en ese momento, debido al temblor provocado por la ira irracional que la invadía.
El estruendo que originó consiguió despertar a Echo, esta se alzó medio desorientada hasta clavar su mirada en la joven princesa degrada a limpiadora, ciñendo en su rostro automáticamente una sonrisa amarga.
-Cuidado muchacha, estaba durmiendo ¿Podrías hacer menos ruido?
-¿Y tú podrías irte? Tengo que adecentar este lugar
-¿Me ves con ganas de andar? Imposible después de estar con Lexa
-Pues te marchas arrastrándote, pero te marchas
Echo miró a la princesa, internamente sabía que había ganado la batalla, llevaba un tiempo observándola y sabía que la joven empezaba a sentir algo más que aversión por la capitana y eso era un problema, las órdenes eran claras, Lexa debía ser suya. Un enamoramiento infantil no iba a terminar con su misión así como así. Colarse en los aposentos de Lexa y fingir haber pasado ahí la noche no fue difícil, sabía que acababa de resquebrajar el corazón de Clarke y ya saboreaba la victoria de antemano.
![](https://img.wattpad.com/cover/124761006-288-k456731.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Villian
FanficAdaptación Clexa de un fic Swanqueen también escrito por mi AU ScyFi. Lexa se gana la vida haciendo contrabando por toda la Galaxia, huyendo del Imperio tiránico que domina el mundo. En uno de los puertos una polizón cambiará para siempre su vida.