El resto del trayecto hasta su antigua habitación se dio en relativo silencio, Jake aun dando vueltas en su cabeza a la idea de que esa joven que apenas lo conocía pretendía entregarle Siracusa en bandeja mientras Lexa solo pensaba en cómo iba a ganarse la vida a partir de ese momento, el contrabando estaba descartado mientras el rey fuese Jake Griffin, era el padre de Clarke y no lo quería como enemigo. Además la idea de quedarse en Siracusa no abandonaba su mente, no como reina sino como súbdita, Clarke había nacido en la corte y era su lugar, donde se sentiría a salvo, donde podría ser feliz.
Frenó en seco ante la gran puerta de roble oscuro que separaba el inmenso pasillo de sus dependencias privadas, a pesar de que no eran las más grandes del palacio debía reconocer que no estaba mal para mantener a Clarke apartada de la locura que reinaba en el castillo. Penetró en el lugar sin hacer ruido y una sonrisa dulce nació en su rostro al ver a la princesa completamente dormida, con sus cabellos desordenados sobre la almohada y su pecho moviéndose tranquilo al ritmo de su respiración.
Con un gesto le indicó a Jake que mantuviera el silencio, señalándole la gran cama donde la princesa reposaba. El rey miró a su hija y sus ojos se cubrieron de lágrimas, tantos meses llorando su muerte y estaba viva, ante él, descansando tranquila y serena con una sonrisa en los labios.
Lexa se acercó con cuidado, sentándose a su lado en la cama, hundiendo el colchón bajo su peso y provocando que Clarke murmurase en sueños. Su mano delicada jugó con sus cabellos, despertándola lentamente. Sus ojos claros se clavaron en ella y una sonrisa nació en su rostro, mientras atrapaba su mano y se la llevaba a los labios depositando un beso.
-Alguien quería verte mi princesa
Clarke se enderezó como pudo y Lexa dibujó una mueca de preocupación rápidamente apagada por un casto beso en sus labios.
-No te preocupes por mí, estoy bien, mejor que nunca
-Tu padre está aquí mi amor
En ese momento, los ojos de Clarke se posaron sobre la figura de Jake, este había asistido a esa escena casi sin respirar, visiblemente emocionado por la magnitud de sentimientos que dejaban ver con solo tiernos gestos y dulces palabras.
Lexa besó la frente de Clarke y se apartó, dejando que fuese Jake quién se sentara justo al lado de la joven princesa. Clarke sonrió con los ojos brillando de alegría mientras recibía el tierno abrazo de su padre.
-Padre, estáis bien, estáis a salvo...
-Creí que habíais muerto pequeña
-Obedecí a la capitana, como mandasteis, juntas salvamos la vida... lo demás es una historia muy larga, veo que ya conocéis a Lexa
-Sí, ya he tenido el honor de conocer a esa joven
-Cuando escapamos de la Nimbus, Raven y yo nos separamos, me asusté y me escondí en una bodega, la bodega de Lexa, ella ha cuidado de mí desde entonces
-Y os habéis enamorado
-Fue imposible no hacerlo
Jake se echó a reír al ver la sonrisa que su hija dibujaba al hablar de Lexa, la joven castaña se mantenía al margen de esa conversación, sus ojos se perdían más allá del ventanal de esa habitación, ajena y ausente. Con un beso en la frente de su pequeña se despidió de ella pues constatar que estaba viva y bien le bastaba, tomando la decisión en ese mismo instante de ayudar a Lexa en todo cuánto esta necesitara.
Al ver que Jake se despedía de ella, Lexa volvió en sí y a paso seguro alcanzó los labios de Clarke regalándole un casto beso.
-Volveré pronto mi princesa
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Villian
FanfictionAdaptación Clexa de un fic Swanqueen también escrito por mi AU ScyFi. Lexa se gana la vida haciendo contrabando por toda la Galaxia, huyendo del Imperio tiránico que domina el mundo. En uno de los puertos una polizón cambiará para siempre su vida.