La capitana observó a su princesa desayunar con una sonrisa en el rostro, el ambiente relajado entre bromas y risas, entre besos robados, sus labios recorriendo el blanco cuello de Clarke con veneración, su rostro, sus labios sabor a café... sus manos jugueteando con su piel, acariciando lentamente, frágilmente, sus brazos desnudos, su vientre, el contorno de sus pechos mientras entre suspiros Clarke se apoyaba sobre ella, sintiendo su aliento anticipando una caricia, sus cabellos castaños acariciando su mejilla, la paz y la fragilidad del momento, el silencio apagado por el latir de ambos corazones, con gemidos apenas audibles cuando las manos de la capitana se aventuraban bajo las sábanas, en esos rincones apenas explorados, erizando sus cabellos y provocando ligeros escalofríos en toda su piel.
Lexa respetaba el silencio, sus dedos memorizaban la piel de la joven princesa con cuidado, de forma lenta y pausada, deleitándose con los ligeros sonidos que escapaban de sus labios, con las sensaciones que le provocaba. Degustaba su sabor con placer infinito, deseando alargar ese momento eternamente, solas las dos, dueñas del mundo, de todo el universo... Acarició con cuidado su mejilla, girando lentamente su rostro y clavando su mirada esmeralda en los ojos aguamarina de Clarke, se perdió entre el azul claro y oscuro de sus pupilas unos instantes sintiendo su interior hervir como la lava, atrapando sus labios en un beso lento, profundo, sin perder en ningún momento el contacto con su piel. Solicitando suavemente la entrada al resto de su boca con una leve caricia de su lengua, un permiso que le fue concedido al instante y, con un gemido ahogado invadió cada rincón, delicada y dulce, disfrutándolo como una niña pequeña.
No había lugar para los miedos, para los fantasmas, para las dudas, no en ese momento, no disfrutando con cada centímetro de su ser ese dulce contacto. Cuando faltó el aire en sus pulmones, cortó el beso de forma tan dulce que le robó un suspiro, pegando su frente a la de Clarke, respirando su aliento, embriagándose por completo de su esencia.
-¿Te quedas aquí conmigo princesa?
-La expectativa de dormir sobre un colchón es muy agradable
-¿Te quedas por el colchón?
La risa cristalina de Clarke invadió su habitación, provocando un ligero rubor en sus mejillas, imperceptible. En su interior nació una promesa, debía conseguir como fuese que su princesa riese así todos los días, era el sonido más hermoso del mundo.
Haciendo acopio de un valor que no conocía, Clarke unió sus labios a los de Lexa, regalándole un beso, el primero que iniciaba ella, dibujando en el rostro de la capitana una sonrisa idiota que no se borraría en todo el día.
-No solo por el colchón capitana, también he decidido quedarme por tu bien
-¿A sí? ¿Por mi bien?
-Para que no tengas que caminar hasta la bodega a las cuatro de la mañana
Lexa no dijo nada, simplemente estrechó a la princesa entre sus brazos unos instantes, disfrutando de su cercanía. Finalmente besó su cabeza y a regañadientes se separó de ella, levantándose de la cama y organizando sus arrugadas ropas bajo su curiosa mirada.
-Debo irme al puente princesa. Tú puedes quedarte aquí y familiarizarte con tu nuevo hogar
-Lo conozco bien, lo he limpiado varias veces
-Entonces simplemente descansa y disfruta del colchón, yo volveré en cuanto pueda
-No puedo quedarme capitana tengo deberes que cumplir
-Hoy no, y llámame Lexa cuando estés aquí
Un nuevo beso sobre sus labios fue su forma de decirle hasta luego, marchándose a sus quehaceres y dejándola sobre su cama con una sonrisa en el rostro.
ESTÁS LEYENDO
Villian
FanfictionAdaptación Clexa de un fic Swanqueen también escrito por mi AU ScyFi. Lexa se gana la vida haciendo contrabando por toda la Galaxia, huyendo del Imperio tiránico que domina el mundo. En uno de los puertos una polizón cambiará para siempre su vida.