Miranda
Me dejé caer en el asiento del avión, estaba lo bastante cansada, en la noche dormí poco y me estaba pasando factura. Luca se había ofrecido a traerme al aeropuerto y no se marchó hasta que llegó mi momento de abordar.
Luca...
Al final no había sido un error tan fatal embriagarme y perder la razón aquella noche, porque de no ser por ello de seguro no lo habría conocido y mucho menos hubiese vivido todo lo que viví éstos dos días que cuentan como si hubiese fuese una eternidad.
Reí hasta perder los papeles, me divertí como hace tiempo no lo hacía, conocí lugares diferentes a los que estaba acostumbrada y recordé mis tiempos de chaval.Y todo gracias a Luca, él me permitió ser yo en mi esencia absoluta. Ser esa Miranda jovial, divertida y hasta en ocasiones inmadura que me abstenía en ocasiones a dejar salir.
Luego de que todos los pasajeros terminaran de abordar y estuvieran acomodados en sus asientos, el avión se elevó a los cielos.
Cuando finalmente se estabilizó, saqué mi móvil y comencé a revisar algunas noticias de éstos últimos días. Lo primero que me llamó la atención fue la sección de farándula, donde afirmaban el la desaparición de Blake de las pasarelas y el mundo de la moda. Objetaban que ella había decidido huir de todo éste mundo desde el incidente con su prometido en la boda y que ya no residía en Nueva York, además también había sido despedida de la famosa firma a la cual servía.Pobre Blake, solía ser de las mejores en su profesión.
Me afectaba su situación ya que no se trataba de cualquier celebridad, era Blake Ross.
La que antes de ser mi clienta fue mi amiga, y verla ahora cuando su mundo se venía abajo...Cuando lo que creía suyo no lo era.Suspiré, triste.
Al llegar a la ciudad la llamaría para darle apoyo moral.
Seguí ojeando y encontré otra noticia de mi flamante ex y de Rebecca. Decía que fueron capturados caminando acaramelados por las calles de la ciudad y que Rebecca le afirmó a los medios que había encontrado al amor de su vida.Traidores.
Qué van a saber de amor, no pueden saberlo cuando buscan al amor de su vida mediante una infidelidad.
Pretenden buscar algo estable, duradero y sólido a base de mentiras y traiciones, pero están equivocados porque al final siempre terminamos recibiendo el mal que hacemos. Y a los que te mienten, les van a mentir. A quienes te traicionan, los van a traicionar porque quien hizo daño, tarde o temprano la vida le pasará su factura.Son las reglas del juego.
Guardé el móvil en mi bolso. Extrañamente ya no me dolía, ya no sentía rabia ni impotencia, ahora sólo sentía asco por ambos.
Realmente me parecía extraño, pensé que dolería más tiempo o que estaría llorando cada noche por lo que sucedió, pero no fue así.
Estos dos últimos días que habían pasado, no había ni siquiera divagado el pensamiento de Rebecca y Andrew en mi mente, o no de una forma que me inspirada a estar triste. Ahora sólo los podía ver como dos extraños, nada más.Luca me había ayudado mucho con ese tema, y no en el sentido de haber estado con él, sino en el peso que habían provocado sus últimas palabras en mí.
«Lo que sucede siempre es lo mejor, aunque no lo veamos así en ese preciso instante»
Y es cierto, lo que sucede es lo mejor. Así sean puntos finales. La vida es como la escritura, detrás de un punto final, está la oportunidad de escribir algo nuevo.
Con nuevas palabras, nuevas cosas y hasta nuevas personajes.
«El arte de ver los finales con ojos que claman nuevas oportunidades»
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La organizadora ©
RomanceMiranda Bennet además de ser una joven escritora de Look Magazine, es una exitosa organizadora de bodas. Éxito que no es el mismo en el ámbito amoroso. Luego de romper una relación de cinco años y descubrir que su novio la engañaba con su mejor am...