Ya va...¿qué?
¿Luca en We're brides?Gianluca, me autocorregí.
Mordí mis labios aún sin habla, mientras pedía a cualquier fuerza sobrenatural por toda la mierda que estaba en a punto de caer sobre la locura en que se ha convertido mi existir.
No. Puede. Ser.
Recorrí con la mirada al personaje frente a mí de pie a la par de Glenn; cabello liso perfectamente peinado, barba, mandíbula cuadrada, ojos azules, aroma exquisita...
¿Cómo se habla?
Me regañé al recordar que es un infeliz mentiroso que sólo jugo conmigo y le reprendí con la mirada, él me observaba fijamente y su rostro pudo haber pasado por un arcoiris.
—Miranda—me llamó Glenn, al notar que me he quedado aproximadamente dos minutos como una estatua.
Zarandée mi cabeza para luego relamer mis labios.
—¿S-si?—pronuncie, impávida. Tartamudeando.
Glenn me observó confusa.—Luna, ¿estás bien?—inquirió, preocupada.
Joder...
Gianluca seguía sin quitarme la mirada de encima, me giré un momento sobre mis talones y busqué la mirada de Kira.
Al encontrarla la noto molesta, por la forma en que miraba a Gianluca, pude jurar que estaba a punto de estallar...y no me convenía que lo hiciera.No ahora, no en éste momento, no frente a mi jefa que será su futura suegra.
Le di una mirada de súplica para que intentara relajar su semblante, y le dije entre labios que no haga nada, no ahora.
No quería ni me convenía que Glenn hubiese sabido que en el viaje al que me mandó a trabajar me embriagué con un extraño, me acosté con ese extraño, me pasé toda mi estancia en México junto a ese extraño jugando a los perfectos enamorados...y que ese extraño resultó ser el prometido de su hija.
Tragué seco cuando Kira suspiró y prometió no decir nada entre labios.
Asentí y me giré nuevamente hasta Glenn y Gianluca, que me observaban expectantes.
Glenn cambió el peso de un píe a otro, eso instantáneamente me hizo centrarme en el asunto así no quisiera.
Pues ella sólo hace eso cuando empieza a estresarse.—Luna, ¿estás bien?—repitió, en un tono más firme.
Desvié mi mirada hasta luca y observé que sacó de su bolsillo cuidadosamente un collar.
Puse os ojos en blanco y toda mi atención recayó en la joya.
Es la misma que usé la noche del evento, el collar que me regalaron mis padres...el mismo que no encontraba.
Tierra trágame de una buena vez.
Si algún director de Hollywood leyera mi vida, haría una película de ella, pero no por fabulosa, sino por catastrófica.
Sería más o menos alguna película de terror, mucho más terrorífica que It o El conjuro.
Volvió a introducir el collar en su bolsillo cuando Glenn desvío la mirada hasta él.
—Disculpa, cariño...es que creo que Luna se siente mal—se disculpó con éste.—Luna, estás pálida—agregó, devolviendo la mirada hasta mí.Volví a zarandear mi cabeza y decidí hablar.
Negué.—E-estoy bien—balbucée, y al escucharme sentí ganas de matarme.
Mi voz se escuchó tan desafinada que aterroriza.
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La organizadora ©
Roman d'amourMiranda Bennet además de ser una joven escritora de Look Magazine, es una exitosa organizadora de bodas. Éxito que no es el mismo en el ámbito amoroso. Luego de romper una relación de cinco años y descubrir que su novio la engañaba con su mejor am...