Capítulo 16

1.6K 125 10
                                    

Miranda

Días más tarde...

Verle llegar al evento me causó una gran confusión, pero escuchar a Glenn llamarlo por otro nombre me dejó sin habla.

Hace ya casi una semana del evento, desde esa noche en que me persiguió hasta el estacionamiento, no he vuelto a verle.
Sólo he sabido de él por los comentarios de radio pasillo de la revista, las incontables reseñas que han circulado como moscas en granja por toda la ciudad.

No se ilusionen con un personaje público, porque si todo se va a la mierda...el universo se reirá en tu cara, pues lo verás hasta en tu reflejo.

También dejó infinidad de llamadas en mi móvil, mensajes y demás tonterías.

Luca Timador, lunes 22 de septiembre. 12:00 am: Miranda, tenemos que hablar. Todo esto tiene una explicación aunque no lo parezca...Perdóname.

Obviamente no respondí a ese mensaje, pues además de estar en los cálidos brazos de Morfeo...hablar con él me caería en el hígado.

Luca Timador, lunes 22 de septiembre. 1:20 am: Sabes que nunca quise hacerte esto, o tal vez no, sólo quiero decirte que no quiero que pienses mal de mí.

A ese tampoco respondí.

Luca Timador, lunes 22 de septiembre. 1:44 am: Tenemos que hablar, Miranda. Ésto no puede terminar así.

Ni a ese.

Luca Timador, lunes 22 de septiembre. 2:30am: Está bien, si así lo deseas no me hables más nunca, es mi culpa al final. Siempre arruino todo lo bueno que tengo en mi vida. Necesito darte una explicación, aunque si quieres no te molesto más.

Ni a ese otro.

Luca Timador, lunes 22 de septiembre. 5:06 am: Necesito verte, estoy en la puerta de tu apartamento. Ábreme, por favor.

Y mucho menos a este.

Ese mensaje me hizo pensar en que menos mal que "ya no me molestaría más".

Y claro que no me molesta, pero no puede saberlo, ante sus ojos debo detestarlo.

Gianluca D'Angelo, o mejor dicho, Gianluca Timador D'Angelo.

¿Cómo pudo hacerlo?

Es decir, no nos conocimos en las mejores ni más sanas circunstancias, pero eso tampoco le otorga el derecho de jugar conmigo, de mentirme, de hacerme sentir una mismísima tonta.

Sí serás, Miranda...por Dios, muy obvio era. Sólo quiso enredarse, llevarte a su cama y luego...¡Bye, if i saw you, i don't
remember it!

Y tú pues, como eres una tonta que al parecer tiene escrito en la frente con letra cursiva y en mayúscula "Engañame y juega conmigo"...caíste.

Sólo fui un debut y despedida.

Tu relación más larga siempre será la que tuviste cuando usabas frenos, me regañé y resoplé.

Un mechón de mi cabello cayó en mi frente y volví a concentrar mi vista en la puerta color caoba de mi oficina.

Detestaba el color caoba.

Suspiré y desvié la mirada a mi computadora, toda mi mañana ha transcurrido revisando emails, corriendo de un lado a otro trabajando en la revista del próximo mes y atendiendo algunos mensajes de mis clientas próximas a casarse.

Casarse...
Lo que me recuerda que me acosté con un desconocido que luego creí conocer, que me mintió haciéndose pasar por un simple empleado cuando es un heredero multimillonario y que, como si ya no estuviera cayendo suficiente mierda en mi existir, también se casará con el maldito clon de Cruela de Vil y que yo seré la organizadora de su boda.

La organizadora ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora