Dos semanas más tarde...
Recuento de daños: Las cosas en la revista han estado del asno desde que Sarah y Verona llegaron; han renunciado cinco empleados, la boda cada día está más cerca y ya no aguanto a Verona.
Sarah y Andrew ahora intentan tratarme lo mejor posible desde que sé que se acuestan, por su parte, Rebecca cada día me detesta más, cosa que no logro entender ya que en rigor yo soy quien debería odiarla por la infidelidad entre ella y mi ex. Glenn me ha aplicado una presión intensa debido a la boda, mis padres están teniendo serios problemas de pareja, mi collar aún no estaba en mis manos y cada que le pregunto Luca por él no me dice nada, Kira lo vigila muy cerca desde quiere cortarle las pelotas, Luca intenta hablar conmigo a toda costa...y yo, yo literalmente estoy al colapso.No tengo idea de qué hacer, de cómo llevar mi vida, pues esta antes solía ser muy normal, común y corriente, pero desde que me enteré de la infidelidad, desde que hice ese maldito viaje y, principalmente, desde que conocí a Luca, todo se ha tambaleado...y el resultado no está siendo favorable, no para mí.
Gianluca, corrijo mentalmente.
Es extraño sentarme y analizar mi situación, hasta la luz de mi apartamento parece diferente...
Llevé la taza de café a mi boca y di un sorbo, al hacerlo mi esófago ardió como el infierno.
Fruncí el ceño.
Tanto estrés está perjudicando mi gastritis.
Maldita gastritis, maldito Luca.
Todo es tan extraño, todo ha pasado tan rápido y tan...tan grotesco.
Chasquée mi lengua con enojo, al mismo tiempo en que sentí ganas de darme un balazo.
Demonios.
¿Aún le digo Luca a Gianluca?
Caray, Miranda, debes aprender a llamar a las personas y a las cosas como realmente son, me regañé.
Luca no es Luca, no es quien te dijo que era; es un farsante, un timador, un mentiroso, va a casarse, te engañó, jugó contigo...Joder, debes detestarlo.
Tomé la revista a la par mía y la abrí con frustración.
¿Por qué rayos no puedo dejar de pensar en él?
¿Por qué tiene que ser tan malditamente atractivo?
¿Por qué siento que fue real?...¿Tan ilusa soy?
¿Por que me mintió?
¿Por qué todos me mienten?
¿Por qué nadie me da porqués?
Quité con un pañuelo algunos fluidos que se habían filtrado de mi nariz. Lo detestaba, siempre me pasaba cada vez que lloriqueaba.
Porque sí, lo estaba haciendo en ese preciso momento, sentada en un pequeño café oculto en una de las calles menos transcurridas de la ciudad, mientras me tomaba un café americano con dos sobres de azúcar y pellizcaba una dona de fresa y crema servida en un plato frente a mí.
Si al menos mis padres no fueran como son, tal vez podría considerar la idea que aplican algunos hijos cuando están en sus días de guerra, cuando muchas luces en su interior se han apagado y necesitan al menos una llama.
Y es que sí, al parecer las luces de mi habitación me demuestran lo diferente que era todo en pre-guerra a como lo es en post-guerra.
Una como señal de que no todo está perdido, una como muestra de que detrás de las nubes, se esconde el sol...
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La organizadora ©
RomanceMiranda Bennet además de ser una joven escritora de Look Magazine, es una exitosa organizadora de bodas. Éxito que no es el mismo en el ámbito amoroso. Luego de romper una relación de cinco años y descubrir que su novio la engañaba con su mejor am...