-. ¿Por qué Él? .- {Larry Stylinson}

Capitulo 5. Ahogándonos en una agua espesa llamada... Deseo...

- Louis -

El calor que consumía mi cuerpo viajaba por mis venas, subiendo y bajando hasta llegar a mi cerebro. Punzadas horribles. Respiraba con un poco de dificultad y mi cuerpo estaba cubierto por una ligera capa de sudor. Sentía un escalofrío recorrer mi espalda en todo momento, los vellos de mis brazos se ponían de punta mientras mis hombros se sacudían de una forma muy poco visible. Abrí los ojos intentando llevar mas oxigeno a mis pulmones sonoramente, por mi boca. Mis pupilas se dilataron y se contrajeron adaptándose a la poca luz de la madrugada, me coloque de lado remojando mis labios. Mi garganta estaba seca y mi saliva espesa. No había nada a mi lado. No estaba Harry. Fruncí el ceño ligeramente y mis sienes dolieron fuertemente. Gemí con dolor.

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-. Buenas noches .- me tape con las sabanas hasta mi cuello. Me acomode bien en toda la mitad de la cama. Ya no había para que temer, él había prometido no tocarme mas. Sonrió suavemente y cerro los ojos. Ya no llevaba solo bóxers, ahora se había vestido con una polea vieja negra y unos pantalones de chándal.

-. Buenas noches .- coloco una mano en su pecho y la otra la dejo descansar en las sabanas junto a su cuerpo. Se notaba tenso, mantenía una distancia muy prudente para el poco espacio que teníamos para dormir juntos. Me coloque de lado usando como almohada extra mis manos. Lo observe unos segundos.

La luz de la luna, tenue y blanca, aclaraba sus pestañas y sus rebeldes rulos. Sus labios estaban contorneados por la oscuridad, tan rosados y suaves a la vista como siempre. Su pelo caía de una forma desordenada pero también, por una extraña razón, de una forma sexy. Su pecho subía y bajaba con lentitud, cada vez con mas pesadez. Mis ojos recorrieron su cuerpo, fijándome en sus brazos, los pocos músculos que podía ver, la tinta cubriéndolos. Mire mis pequeños brazos y me compare con el. El era todo un adulto y yo seguía siendo... un niño.

Una extraña sensación se revolvió dentro de mi, como una serpiente escurridiza que viajaba por donde ella quería. Mis dedos se movieron con delicadeza sobre el edredón, acercando mi mano a su cara. Cuando un pequeño suspiro salio de sus labios, detuve mis movimientos. ¿Que era lo que quería?

Volví a mi antigua posición en silencio. Le hable aprovechando a que aun no estaba dormido.

-. ¿Vecino? .- susurre. Siguió tan tranquilo.

-. ¿Hm? .- sus párpados aun cerrados. Cerré los ojos escuchando su respiración.

-. ¿Que quieres almorzar mañana? Mi mama empieza a trabajar temprano .- su horario cambiaba en las vacaciones de invierno: de miércoles a viernes, 7:00 am a 10:00 pm. Los sábados libres. De domingo a martes, 3:00 pm a 1:00 am -. Tengo que cocinar y quiero saber que te gustaría .- el calor de su cuerpo me calmaba. La casa en silencio, solo mi voz y la respiración del rizado rompían eso.

-. Cualquier cosa esta bien... .- su voz vibraba en el aire. Rasposa, grave, pero sobre todo, acogedora. El sueño ya me estaba invadiendo.

-. Entonces cocinare un poco de pavo .- las sabanas estaban tan suaves y la habitación a oscuras. El viento acogía a todos los soñadores de la noche.

-. ... Perfecto ... .- su mente ya estaba en la final linea del mundo real y el mundo de los sueños. El silencio nuevamente inundo todo.

La lluvia ya había cesado por completo cuando mi madre había llegado con sus paraguas blanco. Cenamos normalmente. Cada uno se vistió dentro del baño para evitar situaciones incomodas y nos habíamos acostado sin decir una palabra mas que "Voy a apagar la luz" y un simple "Ok".

-. ¿Louis?... .- susurro de nuevo el ojiverde. Ya podía ver los brazos de Morfeo.

-. ... ¿Si?... .- sentí su cuerpo moverse, una pequeña briza hizo cosquillas en mis mejillas.