Dos

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Entraste a la sala cabizbajo, a paso lento.

Vestias un pantalón café y un suéter holgado color cielo.

Tus cabellos cenizos estaban despeinados, pero eso me parecía lindo.

Tomaste asiento cuatro lugares a mi izquierda, quedando casi frente a mí en el círculo que las sillas formaban.

No pude quitarte la vista de encima desde entonces.

Tú observaste a todos. Uno por uno, analizándolos de arriba a abajo.

Recuerdo como mi corazón se aceleró un poco cuando fue mi turno.

También recuerdo como nuestras miradas se cruzaron por primera vez y aparté la vista por vergüenza.

Pero me perdí en tus ojos por un instante, sólo por un instante, por menos de un segundo, todo alrededor mío desapareció.

Tú sonreíste a causa de mi reacción.

Tu sonrisa también me gustó.

El cuento que no tuvo un Final Feliz [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora